El Wigan cae en el Emirates (4-1) y se despide de sus opciones de permanencia en Premier League. El Arsenal, muy efectivo, vuelve a colocarse cuarto y se jugará la Champions ante el Newcastle
Hace 72 horas todo eran sonrisas en Wigan. No era para menos, acababan de ganar la FA Cup contra pronóstico ante el todopoderoso Manchester City. Pero este martes tocaba volver a la realidad. A la cruda realidad. Tanto los Latics como el Arsenal se jugaban toda la temporada en este partido. Y lo normal, a un sólo encuentro, es que gane el mejor.
Roberto Martínez y sus chicos no pudieron repetir el milagro del sábado y certificaron su descenso a Championship, donde serán el primer equipo que juega competición europea sin estar en la máxima categoría nacional.
Salió el Wigan al Emirates atemorizado, despistado, más pendiente del título cosechado recientemente que del que debía disputar. Y eso, ante uno de los 'grandes', se paga.
Apenas se habían disputado doce minutos y en un córner botado por Cazorla -y que se 'tragó' la zaga visitante-, Podolski adelantaba al Arsenal rematando a placer.
Lejos de reaccionar, el Wigan continuó ensimismado y sólo la dejadez 'gunner' permitió que pudiera continuar con las aspiraciones de permanencia.
Bajó de marcha el Arsenal y bien caro lo pagó. Rozando el descanso, Maloney -el mejor de los suyos- provocó una falta al borde del área que él mismo se encargó de convertir magistralmente.
De golpe y porrazo, el partido había cambiado. El descanso cambió la cara del Wigan, que salió repleto de mordiente y volviendo a creer en el milagro. Joel echaba el cerrojo a la portería y arriba Koné y Boyce tuvieron ocasiones para establecer el 1-2.
Pero no era más que un espejismo. Walcott, que ya lo había intentado poco antes, aprovechaba en el 63 otro gran centro de Cazorla y variaba el rumbo del partido. Un partido que en apenas diez minutos quedaría finiquitado.
Con su rival hundido y sin encontrar respuestas, Podolski y Ramsey aprovecharon dos de los habituales errores defensivos 'latic' y acabaron con el sueño de la pequeña ciudad de Wigan.
Todo un contrapunto para el equipo de Martínez, cuyo transcurrir por la Premier este año ha hecho que despierten de esta pesadilla con los dos pies en Championship. El Arsenal deberá dar el último paso hacia la Liga de Campeones en St. James Park ante un Newcastle que no se juega ya nada.
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