Va muy en serio el Leicester City. Tras su victoria ante el Liverpool, los de Claudio Ranieri se mantienen en el liderato de la Premier con cincuenta puntos. Sensacional partido el disputado en el King Power Stadium. Vardy fue la gran estrella, con dos tantos que le hacen sumar 18 y ser el máximo goleador de la élite del fútbol inglés.
Cuando no es el Manchester City, es el Arsenal. Uno de los dos siempre falla (esta vez, los gunners) y eso lo está aprovechando el Leicester para ilusionarse, creer y no querer que el sueño termine. En el King Power Stadium se forma una gozadera con cada triunfo de su equipo. En el de esta jornada entre semana de la Premier, la víctima del trabajado conjunto de Ranieri ha sido el Liverpool de Jürgen Klopp.
La acción más tempranera del choque fue un claro anticipo de lo que estaba por venir. Mahrez probó fortuna con un disparo muy ajustado que se fue por poco a la derecha del marco visitante. Sería la primera de muchas. El Leicester imprimió desde el principio un ritmo muy alto, presionó fuerte y buscó la portería defendida por un Mignolet que en el primer tiempo se convirtió en el salvador del Liverpool. El belga estrenó su cupo de paradas en un gran remate de Okazaki. Centró Vardy y el japonés cabeceó en boca de gol encontrándose con la milagrosa intervención.
Así transcurrió el encuentro hasta el descanso. Leicester y Liverpool se olvidaron del centro del campo. Oda al fútbol, con robos, contragolpes, intensidad y búsqueda del espacio. No hubo ni faltas que cortaran un juego muy vertical. El espectáculo estaba siendo precioso, por parte de ambos. Al Liverpool le faltó profundidad. Llegó mucho a área, pero en los últimos metros se estrellaba contra el muro azul del Leicester, que sí creaba peligro en sus ofensivas.
En la locura emergió de nuevo Mignolet. Uno nunca sabe que versión se va a encontrar del belga, capaz de lo mejor y de lo peor. Error grosero o guante salvador. Tocó el segundo. Mahrez envió un formidable tiro dirección a la escuadra. La estirada del portero, tan bonita como un buen gol, mandó la pelota a córner.
El guardián de las redes del Liverpool tenía el día, y sólo eso evitó que el Leicester City llegara ganando al descanso. En la segunda mitad, las tornas parecían cambiar. Mejor los de Klopp en los primeros minutos, cuando Emre Can estuvo a punto de marcar y Alberto Moreno obligó a intervenir a Schmeichel con un sorprendente lanzamiento escorado. Cuando más cerca estaban de la palabra mágica de tres letras los reds, anotaron los foxes. Y de qué manera.
Sobre la hora de duelo, a Vardy le cayó un balón largo, botando y en el aire. Fuera del área, un tanto escorado y sin necesitar de un control, el delantero inglés trazó un golpeo perfecto. Mignolet se estiró de forma estéril y el King Power Stadium se frotaba los ojos ante la maravilla que acababa de presenciar. Gol espectacular para poner por delante a los de Ranieri y demostrar el estado de gracia de Jamie Vardy, con unos registros que apuntan hacia lo más alto: título de Liga y presencia en la Eurocopa. Un atacante que hace cuatro años jugaba en quinta división, hoy es el máximo artillero de la Premier. Otro milagro del Leicester.
Con los locales ganando, la fiesta pudo empañarse cuando el árbitro no señaló un claro penalti sobre Okazaki. En la jugada anterior, el Leicester imitó al mejor Barça, saliendo a base de paredes y triangulaciones de la asfixiante presión del Liverpool en un saque de banda. Se quedó en anécdota, porque pocos minutos más tarde la grada volvió a festejar, otra vez gracias a Vardy. Esta vez, el "killer" adoptó un rechace en el área y definió sin tapujos ante Mignolet para hacer el segundo. Parecía visto para sentencia.
Con el 2-0, el Liverpool lo intentó con más corazón que cabeza. Klopp metió a Teixeira por un desaparecido Firmino y jugó con Benteke en punta desde el minuto 65. El revulsivo no apareció. Aun con las mejoras que ya ha introducido, tiene trabajo por delante el técnico alemán. Mientras, la extasiada afición del Leicester ovacionaba a Okazaki y Mahrez, sustituidos por Ranieri después de una actuación soberbia. De pesadilla para los defensas del Liverpool. El paso de los minutos confirmó el hecho. El Leicester sigue siendo el líder de la Premier, con tres puntos de ventaja, ahora, sobre el Manchester City. Milagro a milagro, el sueño se va convirtiendo en realidad.
Leicester City: Schmeichel; Simpson, Morgan, Huth, Fuchs; Albrighton (Gray, m.78), Kanté, Drinkwater, Mahrez (Ulloa, m.88); Okazaki (King, m.86) y Vardy.
Liverpool: Mignolet; Clyne, Lovren, Sakho, Moreno; Lucas Leiva, Henderson (Benteke, m.65), Emre Can (Allen, m.74); Milner, Lallana y Firmino (Teixeira, m.86).
Goles: 1-0, m.59: Vardy. 2-0, m.71: Vardy.
Árbitro: André Marriner. Amonestó a Lucas Leiva, del Liverpool.
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