Partido de vuelta de los octavos de final de la UEFA Europa League. El Manchester United recibe la visita del Rostov tras el 1-1 de la ida. Los red devils tendrán que dar la talla para avanzar en la competición.
Para el equipo inglés el partido se resume en una frase bien fácil: obligados a ganar. El empate a cero en Rusia deja pocas opciones al cuadro de José Mourinho, no le vale casi ningún empate y tendrán que marcar más goles que su rival para clasificarse a cuartos de final de la Europa League. Una premisa fácil sobre el papel, ganar a un equipo claramente inferior y que fuera de su estadio baja mucho su rendimiento y resultados, pero el partido no será fácil para nada.
El Manchester United está en un momento un tanto raro de la temporada. Sus resultados no son malos para nada, pero hay un cierto tono gris sobre Old Trafford. Un empate en Premier League frente al AFC Bournemouth, otro empate en Europa League frente al Rostov y una derrota en FA Cup frente al Chelsea hace que el Manchester United no conozca la victoria en este mes de marzo, y que la buena dinámica que venían teniendo en los últimos partidos (solo una derrota desde principios de noviembre de 2016 con título de EFL Cup incluido) se haya diluido. El problema de la falta de gol vuelve a sobrevolar a la plantilla, y es que a pesar de realizar buenas actuaciones, si Zlatan Ibrahimovic no está inspirado los partidos se ponen muy cuesta arriba.
Para este partido europeo José Mourinho vuelve a recuperar al delantero sueco, que está sancionado en competiciones domésticas por tres partidos (ya ha cumplido el primero frente al Chelsea) y que seguramente sea titular este jueves. También podrá contar con Eric Bailly, que no pudo jugar el partido de ida debido a la sanción que arrastraba tras su expulsión frente al Saint-Etienne en dieciseisavos de final. Sin embargo no podrá contar con otros dos delanteros, ya que tanto Anthony Martial como Wayne Rooney siguen sin estar recuperados al 100% de sus distintas molestias.
Como decíamos, el cuadro del Rostov baja mucho su rendimiento cuando sale de Rusia. Tras el fortín del Olimp-2 se esconde un equipo que sufre en exceso, aunque no se puede dar por vencido a un combinado de ese calado, ya que ha cosechado grandes actuaciones en competiciones europeas fuera de sus fronteras. Sin ir más lejos el Atlético de Madrid sufrió de lo lindo cuando viajaron al Vicente Calderón, y solo un gol de Antoine Griezmann en el último minuto pudo doblegarles. En Eindhoven fueron capaces de arrancar un 0-0 y en Amsterdam un 1-1, pero en Munich cayeron estrepitosamente por un abultado 5-0. Sin embargo en Rusia las salidas del Olimp-2 son fracasos en su gran mayoría, ya que en esta temporada solo han logrado una victoria (ante el colista), 2 empates y 6 derrotas.
Ivan Daniliants no podrá alinear a Alexsandr Gatskan ni a Timofei Kalachev, ya que ambos futbolistas vieron tarjeta amarilla en el partido de ida que les hace cumplir ciclo de sanción. Tampoco contará con Vladimir Granat ya que se encuentra lesionado, pero podrá alinear a Soslan Dzhanaev que se ha recuperado de su lesión.
El único precedente entre ambos equipos fue el 0-0 de la semana pasada, sin embargo varios equipos rusos han visitado Old Trafford. En su primera visita el CSKA de Moscú logró un 3-3, un resultado que les supo a poco ya que en el minuto 84 los rusos se encontraban ganando por 1-3, pero un gol de Paul Scholes y otro de Antonio Valencia empataron el partido. En la segunda visita del CSKA los red devils ganaron por 1-0 gracias a un tanto de Wayne Rooney. El Torpedo de Moscú empato a cero en la antigua Copa de la UEFA de 1993, y en la misma competición pero en 1996 el Rotor de Volvogrado empató a dos. Malos precedentes, ya que de los cuatro resultados logrados por equipos rusos, al Manchester United solo les servirían dos para seguir adelante.
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