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Derbi de no agresión

El Everton y el Liverpool empataron sin goles en un derbi de Merseyside (0-0) que no pasará a la historia ni mucho menos. El Everton, únicamente espoleada en el tramo final, y el Liverpool, con notables bajas y con la cabeza claramente en su duelo europeo ante el Manchester City, no estuvieron a la altura de un encuentro en el que se esperaba más. Los de Jurgen Klopp dominaron sin apenas peligro, pero los toffees dispusieron de opciones para haberse llevado un derbi tras 16 choques entre ambos.

Everton y Liverpool decidieron no lastimarse. Entre que unos no quisieron demasiado o simplemente no pudieron y que los otros tienen la fecha señalada en rojo en el calendario tres días después, poco tardó en tramitarse un pacto de no agresión. El Everton dio síntomas de poder saltárselo al final, pero le sigue pesando la dinámica negativa en los derbis y tuvo que conformarse con sumar un punto.

El Liverpool mitigó la efervescencia inicial del Everton. Su condición de equipo grande de la ciudad se iba haciendo notar con el paso de los minutos aunque no quedaron exentos de recibir un susto de Bolasie que quedó en eso, un susto, por el impecable vuelo de Karius. Más sucio quedaría el mono de trabajo de Pickford, que le tocó sacar también providencialmente sendos disparos de Solanke y Milner. Aún con toda la personalidad del mundo sin algunas de sus piezas en el puzzle, el Liverpool adolecía de punch para poner tierra de por medio ante un rival al que le pesaba psicológicamente no haber vencido a sus vecinos en los últimos 16 partidos.

Y es que ya fuera por consigna de Allardyce o simplemente porque el equipo estaba amedrantado de moral, el Everton seguía inoperante en ataque. A Rooney parecía que se la había olvidado jugar al fútbol, a Tosun le podríamos preguntar qué tres cosas se llevaría a la parcela del campo del Liverpool y Walcott… ¡ah! ¿estaba jugando? Siendo justos, tampoco andaba sobrado de oportunidades el Liverpool, pero los derbis siempre le reclamarán al Everton más carne al cocido.

Las entradas de Oxlade y Firmino coincidieron curiosamente con la mayor plenitud anímica del Everton y el consiguiente contagio a Goodison Park. Los toffees recordaron que en este deporte también se ataca y pudieron llevarse el gato al agua en los últimos compases. Coleman se relamió en un cabezazo de segunda jugada de Tosun y Calvert-Lewin padeció mal de altura con todo a favor para batir en el área a Karius cuando se rozaba el 90'

Con este, son ya 17 los derbis de Merseyside que acumula el Everton sin vencer. 7 años y medio sin alzar los puños como lema de victoria para los protestantes, que se dice pronto. El Liverpool, por otro lado, ya cuenta las horas para poder volver a unas semifinales de Liga de Campeones tras 10 años. El camino está bastante allanado para ello, pero aún queda culminar en el Etihad.

 

Ficha técnica: 

Everton: Pickford; Coleman, Jagielka, Keane, Baines; Schneiderlin, Davies (Baningime 79'), Rooney (Gueye 56'); Walcott, Bolasie (Calvert-Lewin 60') y Tosun.

Liverpool: Karius; Clyne, Van Dijk, Lovren, Klavan; Henderson, Milner (Oxlade-Chamberlain 68'), Wijnaldum; Mané (Firmino 74'), Ings (Alexander-Arnold 89') y Solanke.

 

Twitter: @ProyectoPremier / @velooci

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