Partido muy disputado hoy en el Cardiff City Stadium donde se lucieron más las defensas que los delanteros. El Everton pudo ganar de haber pitado el árbitro dos penaltis claros a su favor, una mano en el área y una entrada por detrás de Gary Medel. Debutó en Liga Gerard Deulofeu.
Tras la sorprendente victoria en casa al todopoderoso Manchester City, los dragones de Cardiff solo tenían en mente continuar la racha triunfal ganando a un Everton que no termina de carburar. Los chicos de Roberto Martínez aún no han asimilado el cambio de filosofía de la era Moyes a la nueva era de Bobby y no terminan de hilar fino. Sobre todo uno de los nombres más sonados del mercado desde hace un año, Marouane Fellaini. El belga aún no ha encontrado su sitio ni su posición y apenas aparece en el juego.
En el encuentro de hoy es muy difícil destacar a algún jugador en concreto ya que se palpó el respeto entre ambos equipos, con intentos de ataque pero con mala definición. Por parte del cuadro galés ha destacar la estupenda actuación de Marshall, el guardameta. El escocés, ex del Celtic, hizo gala de unos reflejos de gato para sacar un poderoso remate de Jelavic a bocajarro. En la misma jugada, el defensa del Cardiff desvió el balón con el brazo. Minutos antes Medel le derribó en el área. La actuación arbitral en general, mal.
En la segunda parte el guión fue idéntico, con ambos equipos muy erráticos de cara a puerta y dejándose llevar, como si supiesen que iba a ser imposible marcar en el día de hoy. Con la salida de Koné y Gerard Deulofeu los toffees ganaron poder ofensivo pero el esfuerzo físico mermó cualquier intento de cambiar el marcador. Un punto para cada uno y Roberto Martínez que no da con la tecla aún
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