Hat-trick y exhibición de Mohamed Salah para otorgarle la victoria y el liderato momentáneo al Liverpool (0-4). Todo de cara le salió al conjunto de Jürgen Klopp, que le bastó con la inspiración del jugador egipcio para golear a un inoperante Bournemouth (Wilson se quedó fuera por molestias musculares) en el Vitality Stadium. Cook en propia puerta marcó el tanto restante. Enorme inyección de moral para los 'reds' de cara al trascendental choque europeo ante el Nápoles. James Milner cumplió 500 partidos en Premier League.
La casa del Bournemouth no suele ser plato de buen gusto para nadie, pero un egipcio la asaltó dispuesto a darse un festín. Mohamed Salah gozó en el Vitality de una jornada de aperitivo de la que salió con la panza atiborrada de cerezas. Una actuación estelar con retrospectivas a la temporada pasada que refrenda su potencial y que advierte a los más escépticos que no se le ha olvidado esto de jugar a fútbol. El ex de la Roma quiere recuperar esa sonrisa que encandila a los niños y a los no tan niños. Una muy pronunciada logró dibujarle a James Milner, al que le cedió el galardón de 'Man Of The Match' por sus 500 partidos disputados en la competición local. Casi nada.
Poco antes de que el jovencísimo Brooks probara los guantes de Alisson, el Liverpool pudo modificar el electrónico en la primera ocasión de peligro que dispuso. Firmino golpeó desde lejos y Begovic le dejó un caramelo en forma de rechace a placer a Salah, que por lo que sea sigue celebrando sus goles sin aspavientos. Hasta el propio Firmino le abofeteaba para que reaccionara. Tampoco debió celebrarlo ni él ni ningún futbolista del Liverpool, ya que el egipcio estaba en posición ilegal.
Lo que pasa es que por mucho que no sonría tanto como la temporada anterior, Salah es de esos futbolistas que siempre salen cargados de nitroglicerina y volvió de los vestuarios con ambición de volar el Vitality por los aires. En el cometido tuvo de inesperado cómplice a Francis, que perdió un balón delicado, Firmino le cedió el testigo a Salah con infinitas hectáreas para correr y el africano cruzó fuera del alcance de Begovic, el que fuera su otro aliado en el primer tanto.
Con la ley del mínimo esfuerzo, el Liverpool tenía el partido prácticamente resuelto aunque le quedaban un par de balas en la recámara. Una de ellas la ejecutó Cook disparándose en su propio pie. Robertson apareció en una de sus mil irrupciones por partido y el zaguero 'cherry' la mandó contra la red de su portería. Un par de suspiros después, volvería a quedar retratado el propio Cook ante el pistolero de la tarde, que le ganó en el cuerpo a cuerpo, regateó hasta en dos ocasiones a Begovic y terminaría marcando con Ake haciendo lo que podía debajo del larguero. Un golazo para llevarse el balón a casa y alertar al Nápoles para el martes. El que avisa no es traidor.
Al menos durante unas horas, el Liverpool vuelve al líderato de la tabla a expensas del partidazo en The Bridge. Si el Nápoles ya está avisado de lo que le puede esperar en Anfield, a buen seguro sus apuntes anotará también Pep Guardiola. Lo de pasearse en la liga este año quizás llegue más tarde de lo previsto. O quizás ni llegue, quién sabe, porque este Liverpool sigue creyendo.
Ficha técnica:
Bournemouth: Begovic; Francis, Cook, Ake, Daniels (Rico 83'); Stanislas (Mings 83'), Surman, Lerma, Fraser, Brooks (Mousset 64'); y King.
Liverpool: Alisson; Milner, Matip, Van Dijk, Robertson; Fabinho, Keita (Lallana 64'), Wijnaldum, Shaqiri (Mané 64'), Salah y Firmino (Henderson 81').
Goles: 0-1 min.25 Salah; 0-2 min.47 Salah; 0-3 min.67 Cook (p.p.); 0-4 min.77 Salah.