La décima jornada de la Premier League nos dejó una cosa: goles, goles y más goles. Con 38 goles, ha sido la jornada más prolífica, con resultados muy abultados y con la mayor goleada a domicilio de la historia de la Premier
SOUTHAMPTON 0-9 LEICESTER
La mayor goleada de la historia en campo visitante en la Premier League. Es bastante explícito, pero se ajusta a la realidad del encuentro. Los goles llovieron desde el minuto 10, en el cual Ben Chilwell abrió la lata y no pararon de caer. Hatrick de Jamie Vardy, hatrick del español Ayoze Pérez y goles de Maddison y Tielemans. Ya lo hemos dicho en anteriores ocasiones: el Leicester de Rodgers no es una comparsa. Es un equipo muy equilibrado, muy sólido en las dos áreas, que maneja bien el esférico y que mantiene en jaque a su rival durante la mayoría del partido para darle el mate cuando menos se lo espera. En St Mary’s no se hizo esperar, pero los datos hablan por sí solos: 72 por ciento de posesión, 25 disparos de los cuales 15 fueron entre los tres palos, 709 pases…el partido perfecto. Además las cosas se complicaron para los santos más si cabe cuando en el minuto 12, Bertrand fue expulsado por roja directa gracias al VAR. No fue el mejor día para los de Hassenhüttl, sin duda.
BURNLEY 2-4 CHELSEA
El partido de Turf Moor es el ejemplo perfecto de caer con buen pie. Le estaba costando al bueno de Pulisic entrar en la rotación. Con la temporada superlativa realizada por los baby blues, el norteamericano parecía no encontrar su sitio. Todos teníamos ganas de disfrutar de aquel jugador que deslumbró en el Borussia Dortmund y que está llamado a ser el relevo natural de Eden Hazard. Y sin duda el sábado presentó sus credenciales. Primera titularidad del 22 del Chelsea, hatrick perfecto: con la izquierda (el primero), con la derecha (el segundo) y con la testa (el tercero). La hazaña le convirtió en el jugador más joven en la historia del Chelsea en conseguir un triplete de dianas. Y no era fácil teniendo en cuenta que delante estaba el rocoso Burnley, que le costó mucho entrar en el partido. La primera parte de los hombres de Dyche fue gris, a medio de camino de la defensa y el ataque. En la segunda mitad salieron a morder, marcando dos goles en los minutos finales del encuentro y dejando la sensación de que, si hubiera durado 15 minutos más el encuentro, a lo mejor podrían haber sacado un punto. El Chelsea sumó su cuarta victoria consecutiva en Premier mientras que los clarets sumaron su segunda derrota consecutiva.
BRIGHTON 3-2 EVERTON
Una de cal y una de arena para los chicos de Marco Silva. O más bien muchas de arena y una de cal. Tras la victoria contra el West Ham, el Everton se disparó dos veces en el pie en los últimos diez minutos del encuentro. Comenzaron perdiendo con un gol de Gross que rápidamente fue neutralizado por un gol de Webster en propia tras un testarazo de Richarlison. Incluso en el minuto 78 se pusieron por delante gracias a un tanto de Calvert-Lewin, tan solo dos minutos de ingresar en el verde. Pero a partir de ahí llegó el desastre. Primero un penalti de Keane sobre Connolly que revisó el VAR y que permitió a Maupay empatar el encuentro en el Amex. Y cuando todo parecía que se cerraría con un reparto amistoso de puntos, Lucas Digne se marcó en propia al intentar despejar un centro de Trossard. La dinámica toffee no es nada buena. 10 puntos en 10 jornadas es un balance muy pobre, teniendo en cuenta que solamente han ganado 1 de los últimos 5 encuentros. En Inglaterra se suele tener paciencia con los entrenadores, pero puede que la situación de no retorno esté más cerca de lo que parece, sobre todo cuando el descenso está a tan solo dos puntos. La siguiente jornada recibirá al Tottenham. Y quién sabe si puede ser el último partido de Silva en Goodison. La suerte está echada. Por su parte las gaviotas han podido salir de una dinámica peligrosa, sumando 6 puntos de los 9 últimos y dejando la zona caliente a cuatro de distancia.
MANCHESTER CITY 3-0 ASTON VILLA
Mientras la guerra afecta a la mayoría de equipos, el City parece que cada partido es un simulacro. La táctica es la misma, las variantes que ofrece el equipo de Guardiola cambian según las necesidades de una plantilla que anda escasa de efectivos pero que es una apisonadora cuando se pone en serio. Los goles llegaron en 15 minutos, justo después de la reanudación. Primero Gabriel Jesus, luego David Silva (que además se convertía en el jugador con más titularidades con los citizens, sumando 267) y finalmente Ilkay Gündogan. La nota negativa del encuentro la puso Fernandinho, expulsado en el minuto 87 por doble amarilla. Por el resto, otro día en la oficina. Eso sí, el Aston Villa no entregó las armas sin más. Pero cuando el City se activa, es muy difícil de parar.
Los otros resultados del sábado fueron WEST HAM 1-1 SHEFFIELD UNITED, WATFORD 0-0 BOURNEMOUTH.
NORWICH 1-3 MANCHESTER UNITED
Solskjaer vuelve a sonreír. Tras cuatro jornadas sin conocer la victoria, con dos empates y dos derrotas, los red devils volvieron a la senda del triunfo a costa de un Norwich que ya está lejos de ser el equipo que nos encandiló las primeras jornadas. Lo del Manchester United es algo digno de estudio. La plantilla, aunque escasa de efectivos, tiene calidad para hacerlo mejor. No ganarán la Premier, pero tiene un núcleo a partir del cual pueden crecer. El mejor exponente es Scott McTominay. El escocés se ha convertido en el timonel de los de Old Trafford, beneficiado en parte por la ausencia de Pogba. Marcó el gol 2000 de los diablos rojos en Premier League y movió los hilos de la creación. Arriba, tanto Martial como Rashford volvieron a conectar de lujo, marcando cada uno un gol y haciendo daño a la defensa de los canarios. Podían haberse ido cada uno con un doblete en el zurrón, pero Tim Krul les detuvo un penalti a cada uno. El holandés es un consumado parapenaltis, como ya demostró con la Holanda de Van Gaal en el Mundial de Brasil. Volviendo al Norwich, no tiene buena pinta la situación para los de Carrow Road: cuatro derrotas y un empate en los últimos cinco encuentros dice mucho de cómo se encuentran los chicos de Farke. La vuelta a la elite se está haciendo muy dura.
LIVERPOOL 2-1 TOTTENHAM
Por nombres, el partido de la jornada. No hubo la cascada de goles que se dio en el Southampton-Leicester pero fue un gran partido. La reedición de la final de Champions fue el mejor ejemplo de lo que es la Premier League: dinamismo, ocasiones, paradas de mérito y una atmósfera de las que pone la piel de gallina. Como en la final de Madrid, un equipo se adelantó antes de cumplirse el primer minuto, aunque esta vez fue el Tottenham gracias al oportunismo de Harry Kane. El ariete, demostrando una vez más su olfato, rebañó un balón de Son que había sido repelido por la madera, marcando con un remate en plancha. A partir de ahí se dio una gran sucesión de oportunidades para ambos conjuntos. Pero el protagonista fue Paulo Gazzaniga. El argentino volvió a demostrar un gran nivel. Había dudas sobre él por su falta de oportunidades. Nada más lejos de la realidad: ha venido para quedarse, no para ser un parche. Y se lo está poniendo difícil a Pochettino, que deberá decidir si sentar a un portero que está dando garantías en pos de un Lloris que antes de la lesión tampoco estaba a su mejor nivel. El debate está servido. Volviendo al encuentro, el Liverpool volvió a encontrarse en un escenario incómodo. Al igual que le ocurrió frente al Leicester, una presión alta pone en apuros a los de Klopp, dándoles su propia medicina. Aunque tuvo más posesión (68 por ciento), disparó más que su rival (13 disparos frente a 4) y dio casi el doble de pases (631 a 298), le costó abrir el cerrojo spur. Atacaron y atacaron pero no con la misma precisión que nos tienen acostumbrados. El tridente no pudo hacer su juego habitual, ofreciendo tímidos chispazos. Quienes destacaron, una vez más, fueron las alas de los reds, que hicieron mucho daño a los laterales del Tottenham. Los goles de Henderson y Salah de penalti son el mejor ejemplo. Uno llegó por el flanco izquierdo y otro por el derecho. Quizás el más sangrante fue el segundo tanto, provocado por un penalti torpe de Aurier sobre Mané que volvió a dejar en evidencia al marfileño. Un disparo al larguero de Son al comienzo de la segunda mitad privó al Tottenham de llevarse un buen botín de Anfield, pero el Liverpool sigue con su pasó inexorable y ya son 28 puntos de 30 posibles. Casi nada.
ARSENAL 2-2 CRYSTAL PALACE
Tiempos convulsos en el Emirates. A pesar de adelantarse muy pronto el Arsenal con dos goles de sus dos centrales, Sokratis y David Luiz, los gunners volvieron a tirarlo todo por la borda. Puede que sea un tanto duro, pero un equipo del calibre del Arsenal no puede permitirse vagar por la mediocridad jornada tras jornada. Tras la derrota contra el Sheffield, las alarmas volvieron a encenderse. Y el clima no beneficia para nada. El mejor ejemplo fue en el cambio de Xhaka, cuando el capitán se encaró con la grada. Flaco favor hizo el suizo, echando más leña a un fuego que jornada tras jornada crece sin control. Muchos tildan a Emery de ser el causante de todo esto. Pueden tener o no la razón, pero parece que es un mal endémico que se ha instalado en el ADN del Arsenal desde hace ya unos cuantos años. Los mimbres están ahí, pero la paciencia del aficionado gunner cada vez es menor, algo lógico. Un par de victorias consecutivas pueden ser el bálsamo perfecto, aunque parece que a medio plazo puede haber cambios. Algunos rotativos ya hablan de sustitutos para el técnico vasco, comenzando por Jose Mourinho. La inestabilidad no es buena para nadie, pero no es una situación crítica. Todo es muy extraño. Por su parte, el Palace sigue a lo suyo, brindando a sus aficionados una gran temporada. Roy Hodgson ha convertido a su equipo en un reloj. No tendrán demasiadas florituras en su hoja de ruta, pero ahí siguen, en el vagón de los aspirantes a Europa. Tienen una legitima licencia para soñar.
El otro partido del domingo fue NEWCASTLE 1-1 WOLVES.
Así queda la clasificación tras diez fechas disputadas:
La siguiente jornada nos dejará estos encuentros: