Arsenal

El Arsenal vence al Swansey y es líder en solitario

Los de Wenger vencieron por 1-2 a un gran Swansea que jugó mejor pero que finalmente sucumbió a la calidad visitante

Atractivo y sobre todo igualado encuentro el disputado en el Liberty Stadium. Laudrup decidía dar de inicio a su once habitual con el cual jugar de tú a tú a los visitantes con Michu como máxima referencia en ataque. Wenger consciente que podía auparse en solitario en la tabla tras el pinchazo de sus rivales directos, se ponía en manos de su gran fichaje e inspirado Özil con Giroud en punta, un jugador que partido a partido muestra que no es el “9” nato que tanto necesita el Arsenal. Arsenal

El partido comenzó de forma intensa y con una sucesión de golpes propinados por ambos conjuntos. El Arsenal aprovechando su aparente superioridad técnica trataba de jugar al toque a lo que el Swansea respondió con un juego similar con un gran centro del campo comandado por un gran De Guzmán. Los de Laudrup jugaban por abajo y con cabeza, algo que el danés parece haber inculcado como máxima en el equipo. Uno de los primeros sustos del partido vino a los veinte minutos de partido cuando Ramsey mandó un duro disparo que rozó el palo izquierdo de Vorm en los mejores minutos del Arsenal. Poco antes Metersacker había mandado un testarazo al mismo lado con idéntico resultado.

El Swansea no lograba ese último pase que dejara a Michu  frente a Szczesny que en ocasiones se encontró sólo contra toda la defensa, aun así gozaba de más profundidad que el Arsenal. Cuando los dos equipos se disponían a ir al vestuario llegó la ocasión más clara de la primera mitad. Gnabry realiza una gran jugada iniciada en el centro del campo hasta dejar caer a la banda un balón para que Giroud se plantase sólo ante Vorm. El francés no logró cruzar bien el balón que lo mandó fuera por poco. Los galeses respiraban tranquilos cuando a punto estuvieron de tirar a la borda el buen trabajo de toda la primera parte. Özil no apareció.

La segunda parte comenzó sin cambios de jugadores pero con un notable cambio de mentalidad de actitud por parte del Arsenal. El primer susto vino por parte del que junto a Ramsey era el mejor jugador del partido. Gnabri mandó un duro disparo que Vorm mandó a saque de esquina. Pocos minutos después, en lo que podíamos considerar como la primera gran jugada de toque del Arsenal, con Ramsey y Giroud como protagonistas, logró el primero enviar un perfecto pase interior para que Gnabry batiera finalmente a Vorm poniendo el ansiado 0-1 en el marcador.

Sin apenas tiempo para ver la repetición de la jugada, el desaparecido Özil protagonizó una contra que recordaba a lo aprendido en Madrid con la intervención de Giroud, Ramsey y Wilshere para que fuera Ramsey el que acabara finalizando. Los locales no se lo podían creer y Laudrup tampoco. El Arsenal se gustaba pero el Swansea no se dio por vencido. Minutos después Dyer obligó a Szczesny a ganarse el sueldo con un durísimo disparo que atajó el guardameta con una espectacular estirada. El Swansea tenía veinte minutos para que todo el buen trabajo de la primera mitad sirviera de algo.

Laudrup dio entrada a jugadores de ataque, sin embargo la reacción la protagonizaría por un jugador de corte defensivo. Ben Davies recuperó un balón en el centro del campo y fue el encargado de subirlo hasta el área encontrando a Routledge que hizo la pared para que el propio Davies batiera a Szczesny.

Con el 1-2 se presentía un bonito final de partido y así fue. Michu tuvo en el 90’ la ocasión de empatar el partido pero el asturiano no llegó a conectar bien con el balón tras un buen centro.

El Arsenal consiguió aguantar los últimos arreones locales y agarraron los tres puntos y el liderato en solitario. El Swansea jugó mejor pero esos minutos en los que emergió la calidad fueron los que decidieron el partido

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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