El Chelsea se salva in extremis de la derrota gracias a un penalti injusto que transformó Hazard en el 95’
En inglaterra se celebraba hoy el Remembrace Day, tradicionalmente es el día 11 de noviembre cuando los británicos lucen una amapola roja en la solapa en honor a los hombres caídos durante la Primera Guerra Mundial. Desde hace años el mundo del fútbol se une a este homenaje, portando jugadores y cuerpo técnico la amapola como señal de respeto acompañado del tradicional minuto de silencio previo al partido.
Mourinho señaló la semana pasada tras la derrota por 2-0 en casa del Newcastle, once errores en forma de once jugadores. Finalmente el castigo se mantuvo para tres de ellos más uno. Mata, David Luiz, Cole y Torres que está lesionado, eran los que se caían del once de Newcastle. En su lugar el luso dio entrada a Cahill, Azpilicueta, William y Etoo.
El inicio de los blues fue correcto. Arrinconó a su rival en el área y los de Steve Clarke esperaban una posible contra para hacer daño. A pesar del dominio de posesión de los locales, realmente no ocurría ninguna acción de verdadero peligro y parecía que los de Mourinho simplemente esperaban que el gol cayes por pura inercia. La única gran ocasión que se vio en los primeros cuarenta y cinco minutos vino de un lanzamiento directo por parte de Oscar. El brasileño la colocó a la escuadra derecha del galés Boaz Myhill que realizó una enorme parada.
Tras una primera parte aburrida y cuando los dos equipos se perfilaban para irse a los vestuarios, emergió la calidad del belga Hazard emergió y trazó una bonita jugada individual que finalizó con un duro disparo al marco de Myhill. El portero repelió el balón que llegó a los pies de Etoo que estuvo muy listo a la hora de pescar el rechace y marcar el 1-0. Mazazo psicológico para los Baggies y aparente cumplimiento de guión local antes de ir al vestuario.
Si ya en la primera parte el Chelsea estaba ramplón amparándose en esa superioridad que le otorga su calidad, en la segunda se durmieron totalmente. Los de West Bromwich comenzaron a creérselo y de la mano de su delantero centro, el irlandés Shane Long, comenzaron a llegar con peligro a la meta de Cech. El primero en avisar fue el capitán Jonas Olsson con un remate de cabeza que rozó el larguero en un saque de esquina. Por si esto fuera poco, cuatro minutos después Long estrelló el balón en el larguero ante una alarmante pasividad de la defensa del Chelsea que dejó totalmente sólo al delantero. Lejos de cualquier reacción, minutos después fue de nuevo Long quien no quiso perdonar más y tras varios rechaces en el área blue logró introducir el balón en la portería poniendo el empate en el marcador.
La cara de preocupación de Mourinho era de órdago, y decidió dar entrada a Ba por Lampard en el 63’ para buscar el gol y la reacción, sin embargo la reacción se la llevaría él cuando Sessegnon disparó a puerta y Cech de forma algo patosa no consiguió mantener la mano firme mientras el balón se colaba por debajo del meta checo. El Bridge enmudeció y los de Steve Clarke vieron recompensado su esfuerzo ante la tremenda pasividad local. A la desesperada, Mou retiró a Azpilicueta y Oscar por Mikel y Mata para buscar al menos el empate y evitar la tragedia.
Llegaban las prisas para el Chelsea que ahora arrinconaba a los visitantes en su área de forma desordenada. Primero fue el español quien pudo empatar tras un barullo en el área pequeña pero Myhill consiguió tapar el disparo del español. Fue Ba quien a cuatro minutos del final tuvo la mejor oportunidad tras desaprovechar un pase de la muerte de Ivanovic y con Myhill batido no logró conectar bien con el balón que se marchó fuera.
El partido parecía sentenciado, el Bridge había sido asaltado por un buen West Bromwich que se merecía el resultado por buscarlo y por ser subestimado por su rival, sin embargo en el fútbol como en la vida, muchas veces no es justo y en el 94’ con el tiempo totalmente cumplido el colegiado Steven Raid vio un más que dudoso penalti del lateral Reid sobre Ramires. Fue Hazard el que cogería la responsabilidad y sin temblarle el pulso engañó muy bien a Myhill y evitó mal mayor colocando el definitivo 2-2 en el marcador.
Sucesión final de tarjetas ante la impotencia de unos jugadores que rozaron la gesta de tumbar a un gigante en su casa. El Chelsea “contento” por evitar la derrota pero sigue siendo un tropiezo que aleja a los de Londres de la lucha con los de arriba. Los de WBA se mantienen en mitad de tabla pero con la sensación que les han quitado dos puntos. Hoy el verdadero homenaje a los caídos lo hicieron los Midlanders de Inglaterra.
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