Las dos derrotas consecutivas en Wembley, algo que no pasaba en 36 años, dejan muchas dudas en la selección inglesa, débil en defensa y sin profundidad en ataque
Inglaterra esquivó la repesca tras su victoria ante Polonia en octubre, lo que se celebró, empezando por su entrenador Roy Hodgson y terminando por los jugadores, como un gran éxito. Pero el fútbol tiene poca memoria y tras dos partidos consecutivos perdiendo en Wembley la selección ha sufrido un duro revés en cuanto a su moral y prestigio se refiere.
En primer lugar por el momento de los rivales. Chile (0 – 2) es un equipo en forma con jugadores que están brillando en sus respectivos equipos, como Alexis y Vidal, aunque teóricamente no es una de las favoritas para llevarse el Mundial. Por su parte, el partido ante Alemania de ayer (0 – 1) fue algo más que un amistoso. Se trató de un encuentro ante 90.000 espectadores que Mertesacker, central del Arsenal, se encargó de cerrar con un cabezazo en el primer tiempo.
¿Qué le pasa a Inglaterra?
Aunque sólo es un dato, Inglaterra ocupa en la Clasificación Mundial FIFA que lidera España el puesto número 10. Con la marcha de Fabio Capello en febrero de 2012 y la posterior llegada de Hodgson para los próximos cuatro años, se esperaba mucho más de un entrenador experimentado y conocedor de la casa. Pero fracasó en la Eurocopa de 2012 y tuvo que esperar hasta el minuto 85 del último partido de clasificación para tener el billete a Brasil.
Por poner un ejemplo, la selección española está experimentando paulatinamente un relevo generacional. Pero se trata de un cambio de garantías, ya que las categorías inferiores están consiguiendo títulos en los últimos años. No podemos decir lo mismo de Inglaterra. Aunque Hodgson ha intentado dar oxígeno con incorporaciones como Townsend (Tottenham), Adam Lallana o Jay Rodriguez (Southampton), son jugadores que todavía no tienen nivel de selección.
Sin embargo, los primeros problemas empiezan en la portería. El mal momento de Joe Hart (Manchester City) ha dado una oportunidad de oro a Fraser Forster (Celtic de Glasgow) para cubrir unos palos que no se sienten relativamente seguros desde la marcha de David Seaman. Después, la defensa inglesa se caracteriza por sus problemas para dar salida al balón y la presión del equipo rival les hace cometer muchos errores, como ya se intuyó contra Chile.
En el centro del campo, hubo un momento hace años en el que se comparaba a Lampard – Gerrard con Xavi – Iniesta. Una comparación que quedó obsoleta cuando la dupla del Barcelona empezó a conquistar títulos y elogios con su juego. A pesar de que ambos centrocampistas ingleses son buques insignia en sus equipos, su liderazgo con la selección es más que cuestionable y si perduran en el once titular es por los galones y la falta de competencia.
Por último, en la delantera nos encontramos con un Rooney en buen momento de forma pero su madurez como jugador ha ido unida a posiciones alejadas de la portería. Sturridge, por su parte, ha demostrado en lo que va de temporada que tiene cualidades y olfato de gol, pero también es individualista y no es el 9 que todos desearían ver en Inglaterra.
Esta es la cruda realidad de una selección a la que le falta la credibilidad -no el apoyo- de sus aficionados e incapaz de hacer un gol en su estadio emblemático en dos partidos. Inventaron el fútbol y más que nunca se están alejando de él.
Deja una respuesta