Muy pocos eran los que a principios de temporada vaticinaban que un Liverpool contra Chelsea en Anfield pudiera ser el partido que decidiera de manera definitiva el título de la Premier League. En caso que los ‘reds’ obtuvieran los tres puntos la liga quedaría lista para sentencia y solo sería cuestión de pocos partidos para cantar el alirón, pero Mourinho aún no ha dicho la última palabra.
Huele a final el partido de Anfield, pero son tres puntos más, tres puntos que para bien o para mal marcaran el devenir de la Premier League en este tramo final. Tres partidos restan para terminar la temporada, y tres equipos son los que parten con opciones reales, sobretodo Liverpool y Chelsea pero el enfrentamiento entre ellos hace que el Manchester City con un partido menos y siempre que gane sus partidos pueda tener sus opciones, pero siempre dependiendo de lo que ocurra este domingo en Liverpool.
De los tres el que llega con más opciones de levantar el título obviamente es el Liverpool, que llega en un nivel de forma excepcional y por fin después de más de veinte años están acariciando la tan ansiada Premier League, les beneficia en su duelo con los ‘blues’ que éstos vienen de jugar un intenso partido en Champions League y el desgaste físico de algunos jugadores puede ser un punto a su favor. Especial atención habrá que tener en el invitado sorpresa, el City que con un partido menos estará más atento que nunca a lo que pueda ocurrir en Anfield.
Para comprender mejor cuanto se juega en esta ‘final’ vamos a analizar las tres posibles variables que se pueden dar en el encuentro y cómo afectaría cada una de ellas a los aspirantes al título:
Victoria del Liverpool:
De darse una victoria ‘red’ tendrían el título en sus manos y aunque sus rivales ganaran todo lo que les queda con tan solo cuatro puntos lograría ganar la liga. Contando que el Liverpool se enfrenta ante el Crystal Palace en Selhurts Park y cierra el campeonato en casa frente al Newcastle, ambos dos con los objetivos cumplidos y con poco en juego, conseguir los puntos necesarios no sería excesivamente complicado, todo lo contrario.
Victoria del Chelsea:
Si Mourinho sorprendiera al Liverpool y se llevara los tres puntos en la batalla de Anfield, la presión recaería sobre el conjunto de Rodgers. De darse este resultado no sería el Chelsea el más beneficiado puesto que seguiría estando a dos puntos de los de Liverpool y tendría que esperar un nuevo pinchazo. Quien sí saldría beneficiado sería el Manchester City que ganando el partido de esta jornada más el que tiene pendiente frente al Aston Villa empataría a puntos con los ‘reds’.
Dándose esta serie de resultados el ‘Pool’ se vería a ganar todo lo que le queda, sin embargo, el calendario de los de Pellegrini es el más complicado, ya que sus dos próximos encuentros visita al Crystal Palace, con los objetivos cumplidos y visitará también Goodison Park, con un Everton que está en plena lucha por entrar en Champions League y no se pude permitir fallos en su campo.
La victoria ‘blue’ sería la que más abriría las posibilidades ya que ajustaría la tabla y la lucha se mantendría hasta el final, a la espera de sorpresas.
Empate entre ambos:
El empate tendría en el desenlace final un efecto parecido a la victoria del Chelsea, pero con ese punto de más los ‘reds’ dependerían de sí mismos, pero el margen de error sería mínimo. El más perjudicado en este caso serían los londinenses que seguirían estando a cinco puntos del Liverpool y si el Manchester City ganara su encuentro más el aplazado se quedaría a cuatro de los ‘blues’ por lo que necesitarían que ambos equipos fallaran en más de una ocasión, y viendo cómo están ambos en este final de campaña con una sola competición sería harto improbable que se diera tal carambola.
Tras analizar lo que puede ocurrir en la batalla de Anfield es difícil sacar conclusiones, el Liverpool de Rodgers parte favorito en las quinielas, tanto para la final como para llevarse el título, pero una derrota y la presión que ésta supondría podría cambiar el devenir de los acontecimientos. Este fin de semana puede quedar finiquitada la Premier League, o quizá tener aún más emoción en las dos últimas jornadas.
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