Partidazo el vivido en Anfield donde el Chelsea se ha impuesto contra todo pronóstico por 0-2. El Liverpool llevó la posesión pero nunca el peligro.
Hoy en Liverpool se jugaba una final con todas las letras como si de el desenlace de un campeonato de eliminatorias se tratara. El Liverpool podía conseguir desde que comenzó el nuevo modelo Premier su primer título como tal ¿Se lo merecían los reds? La historia dice que sí y realmente los de Rodgers han hecho méritos para ello toda la temporada. Encadenando 10 victorias seguidas, con un Suárez y Sturridge intratables acompañados de un equilibrio defensivo que había sido uno de sus mayores problemas los últimos años. El Liverpool podía tapar el profundo agujero que significa para su principal baluarte, Steven Gerard el no haber levantado el título desde que llegó al primer equipo. Algo que se hacía palpable al ver al capitán llorar de emoción hace unas semanas tras culminar la remontada de su equipo ante el City.
Quedaba por delante el Chelsea. Un Chelsea que falló donde no tenía que haber fallado la semana pasada en la primera derrota en casa de Mourinho con el Chelsea en la Premier en toda su carrera al frente de los blue. Un Chelsea que según los medios ha decidido poner todo su empeño en la Champions League. Un Chelsea que vio como esta semana se lesionaba hasta final de temporada su portero titular y su capitán. Un Chelsea que decidió alinear un equipo que para cualquiera pensaría que buscaba tirar la Premier totalmente. Cualquiera podría pensar eso. Cualquiera que no conociera el Chelsea y a José Mourinho.
El Liverpool empezó dominando llegando a tener una posesión del 75%. El Chelsea jugando de memoria y carrerilla. Da igual que estuviesen alineados jugadores que apenas cuentan para el luso, todos saben el cómo y lo ponen en práctica con esmero. Dejaba jugar a su rival los blues pero no se respiraba realmente peligro en el área del veterano Schwarzer. La primera gran ocasión vino por parte de los lo de Londres gracias a un tremendo disparo de Ashley Cole que tuvo que repeler Mignolet. Eso era el partido. Los reds “dominaban” el juego y el Chelsea creaba ocasiones, todo esto en pleno debate futbolístico internacional sobre la importancia de la posesión del balón. Por si fuera poco llegaría la polémica a Anfield cuando Salah sacó un disparó que se dirigía a portería y Flanagan desvió claramente con la mano en el área. Se la comió Atikson y los jugadores del Chelsea no se lo podían creer.
La tragedia para The Kop llegaría en el peor momento y con el peor protagonista. Finalizada casi la primera mitad, Steven Gerrard resbaló cuando trataba de sacar un balón desde atrás. Demba Ba lo vio, y con una calidad de puro “9” rebañó el balón y se quedó sólo ante Mignolet al que batió con tremenda frialdad. 0-1. Fin de la primera parte, el Chelsea con los suplentes y el Pool con 75 % de la posesión y 0 tiros entre los tres palos.
Los problemas no acabarían aquí para los reds. La segunda parte se vio a los de Liverpool nerviosos y ansiosos por remontar. Dejaron de tener la posesión para hacer un juego más directo pero esto no supuso problema para el Chelsea. Suarez lo buscaba desde lejos pero ni con esas. El tiempo corría y el Chelsea se mostraba a gusto en el campo. Más cerca estuvo el 0-2 cuando Mignolet sacó un ajustadísimo disparo de Schurrle cuando los aficionados blues cantaban gol.
Mou, al que algunos considerarían sorprendidos por el resultado, sacó a Cahill de su letargo mental del miércoles para cerrar el campo. Más de lo mismo. Como puntilla cuando el Liverpool trataba de morir en el campo contrario aprovechó Fernando Torres que había sustituido a Ba minutos antes, y realizó una contra perfecta junto a Willian. Entre los dos regatearon a Mignolet que veía cómo el español regalaba el tanto al brasileño que se introdujo hasta el fondo de la portería.
Así señoras y señores finalizaba un partido que sobre el papel tenía una pinta bien distinta. Caprichoso el mundo del fútbol y tremendo espectáculo para el aficionado que ve como la PL se pone al rojo vivo. El Chelsea vuelve a la pelea mientras el Manchester City celebra esta victoria como suya. El Liverpool podía haber recogido el trofeo esta tarde, pero esto no es ni mucho menos una catástrofe ya que siguen dependiendo de ellos mismos. Lección táctica nº 883237 de José Mourinho.
Deja una respuesta