Demostración de poderío de los Gunners (1-4), que siguen en su dinámica ascendente -9 goles en 3 partidos, tan sólo uno en contra- ante un Leeds que está en caída libre. Dos de Martinelli, uno de Saka y ESR afianzan a los de Mikel Arteta en la cuarta posición.
Primera parte
El famoso tópico de que el fútbol es un estado de ánimo es algo que se pudo ver hoy en Elland Road. Mientras que el Arsenal, tras un comienzo dubitativo de temporada, vuela actualmente y es uno de los mejores equipos en cuanto a sensaciones, el Leeds se encuentra en el polo completamente opuesto. Con las bajas de Cresswell, James, Llorente, Shackleton, Kalvin Phillips, Cooper, Stujik, Bamford, Rodrigo y Junior Firpo, a Marcelo Bielsa le tocó hacer un equipo de circunstancias y llenar el banquillo de jugadores del filial.
Poco más se podía hacer para enfrentarse a un equipo que desde hace tres semanas vive en un sueño. El Arsenal actualmente vuela. El futbol ideado por Arteta y personificado en Martin Odegaard fluye como el agua de un río. Cada ataque, cada transición defensiva. Todo parece perfectamente coordinado. Y además ha añadido un arma al Arsenal, propiamente dicho.
Gabriel Martinelli, que en el comienzo de temporada no contaba para su entrenador, se ha destapado como el jugador sobre el cual recae la responsabilidad de hacer goles. Sus cuatro goles y dos asistencias en las últimas cinco titularidades refuerzan esta dinámica de los londinenses.
Hoy marcó dos tantos exhibiendo sus dos mejores facetas: en el primero la inteligencia, robando un balón a Forshaw dentro del área tras una sucesión de errores de la zaga de los Whites. En el segundo, la velocidad endiablada, tras ganarle la espalda a la zaga aprovechando un gran pase de Granit Xhaka. La primera parte, de autentico baño y masaje de los Gunners, la cerró Bukayo Saka con un disparo desde fuera del área que dio en Stuart Dallas antes de entrar ante la mirada atónita de un Ilhan Meslier que paró ocasiones a raudales.
Segunda parte
Con todo de cara el Arsenal buscó seguir haciendo goles aunque con menos insistencia. La nota negativa la puso Takehiro Tomiyasu. El incansable lateral japonés, que se ha convertido en una pieza de importancia capital para Mikel Arteta, se tuvo que retirar lesionado por un tirón en la pierna derecha. También recortó distancias el Leeds gracias a un penalti torpe de Ben White sobre Gelhardt que transformó Raphinha. El octavo gol de la temporada para el brasileño metió algo de miedo en el cuerpo de los visitantes hasta que llegó el tanto de Emile Smith-Rowe.
El canterano, que salió de nuevo desde el banquillo, volvió a marcar como ya haría ante el West Ham tras una asistencia de Odegaard. Y con estas se acabó. Con un detalle que define perfectamente el fútbol inglés: la grada de Elland Road al completo, bufandas al aire, coreando el nombre de su equipo. Ante la adversidad, cerrar filas. Le pasó al Arsenal al comienzo de la temporada y miren ahora.
FICHA TÉCNICA
Leeds United: Meslier; Drameh, Koch, Ayling, Dallas; Forshaw, Klich (Greenwood, min 78); Harrison (Summerville, min 31 / McCarron, min 81), Roberts, Raphinha; Gelhardt.
Arsenal: Ramsdale; Tomiyasu (Cedric, min 64), White, Gabriel, Tierney; Partey, Xhaka; Saka (Smith-Rowe, min 78), Odegaard (Tavares, min 85), Martinelli; Lacazette.
Goles: Raphinha (pen, min 75) / Martinelli (min 16 y min 28), Saka (min 42), Smith-Rowe (min 84).
Colegiado: Andre Marriner.
Estadio: Elland Road (Leeds).