Cumplió el Arsenal a pesar de una mala primera parte en la que llegaron a ir por detras en el marcador, finalmente y tras una gran segunda parte acabaron venciendo a un West Ham (3-1) que nada pudo hacer ante el poder ofensivo de los 'gunners'. Jarvis adelantó a los visitante, poco después Podolski empataría. En la segunda mitad Giroud adelantaba a los locales y de nuevo Podolski mataba el partido y lograba anotar un doblete.
La lucha por la cuarta plaza pasaba por el Emirates, con un Wenger más cuestionado que nunca, pocos fallos se podían permitir los ‘gunners’ con todo lo que había en juego y a más tratándose de un derbi londinense. Mientras tanto el West Ham venía con una idea clara, pescar en rio revuelto.
La primera parte tuvo poca acción en las áreas, el partido se desarrolló en su gran parte en el centro del campo con la lucha continua por hacerse con el timón del partido, el Arsenal con más posesión era incapaz de superar la maraña defensiva montada en tres cuartos de campo, y en cada balón perdido por los locales los ‘hammers’ pisaban área sin problemas, pero las ocasiones no llegaban.
A falta de cinco minutos para el descanso se animó el encuentro, o más bien, lo animó un error de la zaga del Arsenal que dejó que un delantero rival se plantara frente a Szczesnyy tras una serie de rebotes entre los defensas Jarvis cabeceaba un balón muerto en el área pequeña que se introducía en la portería para sorpresa de todos los espectadores. Pero tan solo cuatro minutos necesito el Arsenal para reaccionar, en parte gracias a un nuevo error de la zaga, en esta ocasión de la visitante. Un defensa despejaba un balón al borde del área con tan mala suerte que era Cazorla que introducía el balón en el área para Podolski que tras un buen control cruzaba el balón sin que nada pudiera hacer Adrián para evitar el tanto.
La segunda mitad nada tuvo que ver con lo visto hasta el momento, al Arsenal se le exigía dar un paso hacia adelante para llevarse los tres puntos ante un rival inferior, en un derbi y jugando ante su afición, y así fue. Tanto que el conjunto de Allardyce se deshizo como un flan ante las embestidas de los locales. Diez minutos llevaban jugados cuando en un saque de esquina de nuevo un despeje de la defensa terminaba en las botas de Vermaelen que hacia un magnífico pase de 40 metros para que Giroud hiciera la maravilla de la noche, el francés bajaba magistralmente el balón y luego remataba con potencia por debajo de las piernas de Adrián para romper la igualada.
El partido con la ventaja para los de Wenger comenzó a ser un monologo, con llegadas sobre la portería de Adrián. En el 78 los ‘gunners’ mataban el partido, Aaron Ramsey que volvía tras varios meses alejado de los terrenos de juego por una lesión, asistía con la cabeza a Podolski que de nuevo mandaba un zurdazo que sorprendía al guardameta español.
Los minutos finales fueron un mero trámite, con el partido ganado y sobre todo con el amplió control demostrado a lo largo de los segundos 45 minutos, el Arsenal dejó morir el encuentro ante un West Ham que apenas era incapaz de hilvanar jugada alguna ante el esfuerzo defensivo que hicieron todos los jugadores del conjunto londinense.
Wenger respira y recupera momentáneamente la cuarta plaza, mientras que el West Ham necesita ganar algún partido más para estar absolutamente tranquilo sin riesgo de acabar peleando por no caer en el pozo.
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