Frenético partido en el Britannia (3-5) con constantes idas y venidas. Ningún equipo estuvo por encima del otro claramente y solo las individualidades maracaron la diferencia. Para los locales marcaron Crouch.Adam y Walters. Para los visitantes Shawcross en propia puerta, dos veces Luis Suárez, Gerrard de penalti y Daniel Sturridge.
No es como empieza sino como termina. Es el pensamiento de los aficionados del Stoke tras el partido de hoy. Y es que la mala suerte se cebó con ellos desde los primeros compases. Ya en el minuto 4, los potters llevaban 3 córners, definiendo claramente que no se iban a achantar ante el todopoderoso Liverpool. Pero un trallazo de Cissokho, desviado por el capitán, Shawcross, se colaba en la portería de Butland. Tras el primer gol, ambos equipos buscaron más. Los visitantes buscaron ampliar la ventaja ante un equipo que, aunque no contaba con la posesión, siempre que llegaba arriba creaba peligro. La sensación de inseguridad que creó la pareja Skrtel y Toure, junto con las salidas de Mignolet no daban buenas sensaciones. A todo esto, la mayor sensación de la temporada, Suárez, aun no había aparecido. Pero cuando apareció, marcó. Como siempre. Su gol llegó tras un despeje de Skrtel. Ni Shawcross ni Wilson, centrales potters, consiguieron sacar el balón como dictan los cánones de un buen defensa: si no puedes jugarla, patadón. Tras una semi-cesión bochornosa de Wilson para Butland, que también falló al recoger el esférico, Lucho recogió el regalo y para dentro. 0-2 para los visitantes y todo parecía para sentencia.
Pero 7 minutos después, en el 39, un ex-Liverpool, Peter Crouch marcó de cabeza el 1-2, tras un gran servicio de Marko Arnautovic. 6 minutos después, otro ex de Anfield, Charlie Adam, marcaba un trallazo imparable para Mignolet, que empataba el encuentro de manera sorprendente. El Stoke había igualado de nuevo el marcador en tan solo 6 minutos. La segunda mitad comenzó con velocidad y rítmo, con el Stoke muy arriba y con ganas de rematar la faena de la primera mitad. Pero a los 4 minutos, el árbitro se inventó un penalti más que riguroso de Wilson sobre Sterling que Gerrard no fallaría. Tras el 2-3, los locales se cerraron un poco, guardando fuerzas para contraatacar cuando el Liverpool estuviese arriba. Aunque no sirvió de nada, ya que en el 71, una excelente combinación entre Sturridge, que volvía tras su larga lesión, y Suárez terminó en el 2-4. El disparo ajustado del uruguayo fue imparable para Butland. En el tramo final, Walters marcó el 3-4, creando falsas esperanzas ya que en el 87, Daniel Sturridge marcó el 3-5 final.
El Liverpool sigue luchando en las posiciones nobles de la liga, primero por Europa pero, ¿por qué no el campeonato?
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