Mal partido de los de Rodgers, que se adelantaron pronto por mediación de un fantástico gol de Daniel Sturridge. A partir de ahí, el Liverpool sobrevivió gracias a Mignolet y la mala fortuna de los hombres de Lambert.
Entretenido partido el vivido hoy en el Villa Park, que enfrentaba al Aston Villa frente al Liverpool. El encuentro fue un derroche ofensivo por parte de los locales, con un Christian Benteke muy activo que causaba peligro con cada balón que tocaba. El Liverpool supo manejarse bien gracias a un futbol directo, con apenas transiciones por el medio campo, muchos pases directos hacia los hombres de arriba. Tanto Aspas como Coutinho tuvieron un partido gris, muy bien defendidos por los jugadores del Villa, que apenas dejaron lucirse al brasileño.
El gol llegaría pronto. En el minuto 21, un excelente pase de Jose Enrique propició que Daniel Sturridge, el rápido delantero ex del Chelsea, regatease a Brad Guzan y anotase el único tanto del encuentro. El gol fue un jarro de agua fria para el Villa, ya que llegó muy temprano. Pero al haber sufrido ese gol, los de Lambert se pusieron las pilas y se hicieron con la manija del encuentro por medio de hombres como Weimann, Tonev o Agbonlahor, sin contar a Benteke, que fue un aútentico demonio para Toure y Agger.
Con mucha movilidad, el Aston Villa encontró las carencias del centro del campo "red". Tanto Lucas como Henderson se vieron sobrepasados por la velocidad de recuperación de los villanos y Gerard, estandarte del Liverpool, apenas tocó balón. La segunda mitad fue un auténtico monólogo de Simon Mignolet. El meta belga repitió la exhibición de la jornada pasada parando absolutamente todo lo que llegaba entre sus tres palos. En especial a su compatriota Benteke, que ya no sabía como perforar sus redes. Sin duda la revelación "red" de este año fue el salvador del equipo de Rodgers, que especuló con el resultado durante todo el partido. La mala fortuna del Villa, que triplicó en tiros al Liverpool, fue suficiente para el cuadro de Merseyside, que cuenta los partidos por victorias.
Deja una respuesta