Final disputada (1-1) entre ambos conjuntos que en ningún momento tiraron la toalla. Los porteros fueron protagonistas y hasta la tanda de penaltis no se decidió nada. Finalmente Willy Caballero se impuso en la tanda con tres paradas de auténtica calidad (1-3)
Las finales no se juegan, se ganan, como dijo Luis Aragonés. Y ambos equipos salieron a ganarla desde el primer minuto de juego. En un Wembley a rebosar, las aficiones pusieron el color y el ambiente en un partido que fue de tú a tú durante los 120 minutos. Los discípulos de Jürgen Klopp aguantaron muy bien las embestidas de los hombres de Pellegrini, que con calidad dominaron durante gran parte de la primera mitad el centro del campo, con un gran Fernandinho y un omnipresente Agüero como puntales de ataque. Sterling, que se enfrentaba a su ex-equipo, sufrió las iras de sus antiguos hinchas y falló ocasiones imperdonables frente a Mignolet. El extremo fue protagonista de una de las jugadas del partido: en una pugna con Emre Can y Sakho por un balón aéreo, los jugadores del Liverpool chocaron en el aire, siendo el francés sustituido por un fuerte golpe con el turcoalemán mediada la primera parte.
Con la reanudación, llegaron los goles. Ambos equipos subieron una marcha en ataque, apretando y presionando a su rival. El Manchester City golpeó primero. Pase de Agüero entre líneas, tras arrastrar a media defensa red, a Fernandinho, que remató con más fe que convicción. El disparo, potente, se coló por debajo de Mignolet, que no supo medir bien. El gol hizo daño al Liverpool y obligó a Klopp a arriesgar y a subir las líneas, sabedor de que cometer un error, podía ser definitivo. El empuje echó atrás a los citizens poco a poco, aunque tuvieron ocasiones, salvadas magistralmente por Mignolet. Y tanto fue el cántaro a la fuente, tanto detuvo Caballero también que, en el minuto 83, tras una jugada de locura, Emre Can disparaba al palo y el rechace le caía fortuítamente a Coutinho, que fusiló a Caballero, completamente descolocado. Con el empate, la locura imperó en ambos equipos, siendo Mignolet y Caballero salvadores.
La prórroga siguió el mismo guión que los minutos finales de la segunda mitad, aunque se notaron la falta de fuerzas. Con dos buenas paradas de Mignolet, los chicos de Klopp aguantaron hasta el final. Y que decir de los penales: basta con decir que Caballero detuvo tres lanzamientos reds y que los de sus compañeros, excepto Fernandinho, entraron todos. La final no fue un espectáculo, pero si fue un partido digno de ver, sobre todo viendo como ambos equipos se dejaron la piel en el campo. Enhorabuena, citizens.
LIVERPOOL: Mignolet; Clyne, Lucas, Sakho (Kolo Toure, min 25), Moreno (Lallana, min 72); Can, Henderson, Milner; Firmino (Origi, min 80), Coutinho, Sturridge.
MANCHESTER CITY: Caballero; Sagna (Zabaleta, min 91), Kompany, Otamendi, Clichy; Fernando (Navas, min 91), Fernandinho; Toure, Silva (Bony, min 110), Sterling; Aguero.
GOLES: Fernandinho (min 49) / Coutinho (min 83)
PENALTIS: Can (gol), Leiva (fallo), Coutinho (fallo), Lallana (fallo) / Fernandinho (fallo), Navas (gol), Agüero (gol), Yaya Toure (gol)
ESTADIO: Wembley
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