Merecida victoria en St’ James Park ante un Fulham correcto que no se jugaba nada
Desde el primer momento el público de St’ James Park recordó a sus jugadores que necesitaban esta victoria para evitar mirar a los puestos de descenso y así respondieron sus jugadores. El Newcastle salió con un claro 4-4-2 con Cissé y Goufran como hombres más adelantados para recibir los constantes balones de Sissokó. El Fulham por su parte salió bien plantado en el partido, organizado y con la referencia de su mejor jugador de largo, el búlgaro Berbatov.
Precisamente fue el 9 del Fulham el que en el minuto 4 dio un aviso a Tim Krul con un duro disparo desde fuera del área. Desde ese momento fue el Newcastle el que llevaba el peligro constantemente a través de un inspiradísimo Sissokó que no paró de enviar balones a Cissé, que aunque lograba moverse bien entre líneas estuvo realmente estuvo muy fallón todo el primer tiempo sin llegar a rematar apenas entre los tres palos.
La segunda parte comenzó muchísimo más activa que la primera en todos los sentidos. Alan Pardew decidió lanzar el órdago adelantando las líneas y retiró a sus defensas para dar entrada a Anita y Ameobi , obligando al Fulham a cerrarse y evitar los balones largos a Berbatov.
La primera gran ocasión de este segundo tiempo vino precisamente de las botas de Anita que estrelló en el larguero un duro disparo desde fuera del área que descolocó al guardameta visitante tras golpear en la pierna de un defensor. Cissé a los pocos minutos desaprovechó por un mal control un pase de la muerte que logró atrapar Swarzer.
Siguieron las llegadas constantes al área visitante y en el minuto 65 llegó la mejor ocasión de todo el partido cuando Gouffran remató un córner al palo y Cissokó recogió el rechace estrellándolo al mismo palo a puerta vacía. El público de St’ James Park no se creía lo que estaba viendo y sus jugadores tampoco. Aprovechando ese desconcierto local volvió a aparecer la figura de Berbatov que obligó a Krul a realizar la parada del partido después de un perfecto remate de cabeza.
Con el partido roto, y con 5’ minutos de prolongación la justicia se puso de parte de los que la habían merecido todo el partido y precisamente fue Cissé el que con una medio bolea mientras caía al suelo consiguió por fin el merecido premio. Explotó toda la grada de St’ James Park que casi se comen al delantero cuando se acercó a celebrarlo con los aficionados.
Final, tres puntos merecidos que alejan a las urracas de los puestos de descenso y les permite situarse en una zona tranquila. El Fulham no varía su situación ya que después de una gran temporada tienen la permanencia prácticamente asegurada.
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