El West Ham se aventura al acecho de las posiciones de Liga de Campeones tras doblegar por la mínima a un Sunderland (1-0) que mereció más. Un brillante tanto de Michail Antonio en la primera mitad decantó la balanza para los 'hammers', que volvieron a mostrar una versión fiable de la mano de Adrián. El Sunderland pagó caro su falta de acierto y continúa merodeando los puestos de descenso.
No es el que más bonito juega seguramente, pero ahí está. Desplegar un fútbol estrictamente combinativo y elegante no siempre desemboca en victorias y algunos prefieren optar por lo práctico. De eso está más que curtido un West Ham consciente de que para ganar hay que meter más veces la pelotita que el rival. La fórmula es sencilla y esta temporada se está poniendo más que nunca del lado de los 'hammers'. Ni siquiera las numerosas bajas merman sus resultados. Cuando las cosas están de cara, mejor coger ese tren y no preguntarse dónde va. Mejor final, sin duda, mereció un Sunderland que no fue inferior, pero que pecó de acierto en los metros calientes y que se encontró con la inspiración de Adrián.
De contemplaciones no anduvo sobrado el primer acto pero hasta dos veces retumbaron las maderas. Mannone sacó con ayuda del larguero un zapatazo de Noble y Kharzi también meneó la portería de Adrián en un libre directo. La puntería fue cosa de Michail Antonio, que se coló entre las piernas de Van Aanholt y N´Doye para ajustar el balón por bajo al palo largo de Mannone. Un golazo cargado de toda la fe que encarna a este West Ham. Entrega y sacrificio que complementa el inagotable talento de Dimitri Payet.
Defoe, desesperado y desasistido en la mayor parte del encuentro, encogió los corazones del Boleyn Ground con un rechace ligeramente desviado. Adrián no tuvo que intervenir aún. Sí que lo hizo a lo portero de balonmano ante un Rodwell que ingresó posteriormente y que iba a gozar de las mejores ocasiones para el Sunderland. La primera se la sacó el meta español y la siguiente la iba a mandar a las nubes con prácticamente todo de cara. Carroll, que tampoco fue de la partida, se encontró con otro caramelo en el área, pero el larguero le privó de adjudicarse su diana. No sentenciaron los 'hammers', pero tampocó igualaría un Sunderland que iba a toparse una última vez con Adrián tras una intentona con rosquita de N´Doye. La fortuna dio esquinazo a los 'black cats', que merecieron llevarse una mínima recompensa de Londres.
La fiabilidad asienta al West Ham en las posiciones europeas acechando al United por la cuarta. Su confianza es plena y los de Slaven Bilic aún tienen cosas que decir. Una batalla que contrasta con la de un Sunderland que se ve inmerso un año más en el averno de eludir el descenso a la Championship.
Ficha técnica:
West Ham: Adrian; Byram, Collins, Ogbonna, Cresswell; Noble (Obiang 81'), Kouyate, Antonio, Payet, Lanzini (Moses 64'); y Emenike (Carroll 58').
Sunderland: Mannone; Yedlin, Kone, O'Shea, Van Aanholt; Kirchhoff, Cattermole (Rodwell 65'), M'Vila, Khazri, N'Doye; y Defoe.
Goles: 1-0 min.30, Michail Antonio.
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