Aburrido encuentro en Turf Moore, el Burnley mereció llevarse algo más ante un Tottenham inoperante. Los de Dyche tuvieron más ocasiones, aunque fueron escasas pero les faltó acierto, como lleva siendo habitual esta temporada. Los Spurs lo porbaron siempre desde la distancia y no tuvieron ninguna ocasión realmente clara
Se jugaba el Burnley seguir luchando por la permanencia en Turf Moore ante un siempre difícil Tottenham. Los Spurs tras la derrota del Liverpool veían la segunda plaza más cerca de lograr los puntos ante el Burnley. Pero los partidos contra los hombres de Dyche siempre se complican y las victorias nunca se logran de forma fácil en su estadios. La motivación de los locales estaba puesta en que de ganar los tres puntos saldrían del descenso tras mucho tiempo en la parte baja.
La primera mitad como era de esperar fue una batalla física sobretodo en el centro del campo. El Tottenham a pesar de su calidad no pudo imponerse y las mejores ocasiones estuvieron del lado de los locales, que tuvieron el gol en las botas de Ings pero el delantero inglés no estuvo acertado. En la primera ocasión disparó centrado mientras que en la segunda hizo un gran lanzamiento desde un costado de la frontal pero Vorm hizo una parada espectacular. Los Spurs solo dispararon en dos ocasiones pero apenas crearon peligro sobre la portería de Heaton.
La segunda mitad no mejoró mucho más. El Burnley merodeó más el área de Vorm pero tampoc tuvieron el acierto de mandar el balón dentro de la portería. De nuevo el que tuvo la mejor ocasión fue Ings, aunque esta vez fue con algo de fortuna. Un centro desde la derecha se envenenó de tal manera que si no hubiera sido por la rápida reacción del portero visitante hubiera acabado siendo un autentico golazo.
En los minutos finales se rompió el partido. Hubo más ida y vuelta pero las defensas estuvieron correctas desbaratando cualquier intento de los delanteros. Sin nada más que destacar el árbitro señaló el final de un aburrido y decepcionante encuentro, sobretodo por parte de los Spurs que de haber ganado le hubieran arrebatado la quinta plaza al Liverpool, pero los de Pochettino no tuvieron ninguna opción de llevarse los puntos. Fueron los hombres del Burnley los que más fuerza hicieron pero la falta de pegada acabó siendo un lastre demasiado grande.
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