Auténtico partidazo (3-3) el que se ha visto este sábado en Goodison Park. El derbi de Merseyside tuvo todo lo que puede tener un partido de este tipo: goles, intensidad, emoción y polémica. Dos goles de Lukaku en la segunda mitad remontaron un partido que tenía cuesta arriba el Everton y, cuando en Goodison ya celebraban la victoria, Sturridge llegó al rescate del Liverpool
Se había hablado mucho durante toda la semana del enfrentamiento de este sábado entre Everton y Liverpool. No era para menos, por algo es el derbi más famoso de Inglaterra. Y ha resultado toda una oda al fútbol.
El Liverpool cruzaba la calle para asaltar el liderato, aunque fuera de manera momentánea, del Arsenal. Y muy pronto se le ponía todo de cara, con un fallo garrafal a los tres minutos en la defensa de un córner de la zaga 'toffee' que aprovechaba Coutinho para adelantar a los 'reds'.
Pero no duraría mucho la alegría, ya que cinco minutos más tarde Mirallas aprovechaba un balón suelto en el área pequeña para empatar el partido. No habían transcurrido ni diez minutos y ambos equipos ya habían anotado.
La intensidad que imprimían tanto unos como otros en su juego era amplia y constante. Si bien, el Everton poco a poco fue haciéndose con el dominio del balón. Pero, cuando parecía que el Liverpool bajaba los brazos, apareció él. Con una gran maestría, Luis Suárez ejecutó un libre directo desde 30 metros ante el que nada pudo hacer Howard. De nuevo la balanza se desequilibraba a favor de los 'reds'
El Everton lo siguió intentando y, con Lukaku desaparecido, Barkley y Mirallas se echaron el equipo a las espaldas. Fue precisamente la joven promesa inglés la que a punto estuvo de batir a Mignolet, pero el meta estuvo atento al peligroso 'centro-chut' de Barkley. Y suerte tuvo su 'compinche' Mirallas, que en el 35 realizó una brutal entrada por encima de la rodilla a Luis Suárez, que el colegiado solamente castigó con cartulina amarilla.
El paso por vestuarios cambió completamente el partido. El Everton salió a por todas, como lo indicaba el cambio de Baines por el ofensivo Deulofeu en el minuto 50. Fue un punto de inflexión en el encuentro. El extremo español lo intentó por todos lados, aunque con poca fortuna.
Además, fue en la segunda mitad cuando la figura de Mignolet se hizo enorme. Lukaku y Deulofeu lo intentaron con ocasiones de todos los colores, pero en todas aparecía Simon. El Liverpool, entre tanto, dejaba pasar el partido. Sólo una gran jugada de Suárez, que Allen falló incomprensiblemente ante Howard, rompió la monotonía 'toffee' en el juego.
Y pasó lo que tenía que pasar. Lukaku, que en el segundo acto lo venía intentando repetidamente, remató un balón desde el punto de penalti que, por poco, no paró Mignolet. Pero el balón sobrepasó la línea de gol y, por fin, el Everton igualaba de nuevo el partido. Era el minuto 71.
En el 80 Lukaku, adelantándose genialmente a Johnson y Flanagan, adelantaba a los de Roberto Martínez, que apenas diez minutos antes estaban perdiendo y desesperándose ante el acierto del meta 'red'. No obstante, durante los ocho minutos que separaron los dos goles de Lukaku, Mignolet siguió salvando a su equipo.
Los últimos diez minutos parecían una fiesta en Goodison Park. Hasta que llegó Sturridge. Suplente por sus problemas musculares tras el parón de selecciones, apareció en el 88' para callar a la afición 'toffee' y subir el definitivo tres a tres al electrónico con un genial cabezazo.
No se movería más el marcador, pero no sería por escasez de ocasiones. En el tiempo de descuento Moses, Suárez y Deulofeu pudieron volver a desequilibrar el marcador, pero los porteros blindaron bien sus porterías. Todo un homenaje al fútbol, sobre todo en la segunda mitad, que acabó con reparto de puntos y con ambos equipos con sus aspiraciones intactas.
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