A sólo 26 días de la inauguración, 27 exactos para que el balón empiece a rodar, la sangre de los aficionados al fútbol de todo el globo empieza a bullir. Se siente en el ambiente la cercanía de, junto a los Juegos Olímpicos, el mayor evento deportivo del planeta, el Mundial de Fútbol. Por ello, a continuación, en una ocasión más que propicia para zambullirnos de lleno en el universo de este deporte, haremos un breve repaso de la historia de esta competición: quiénes se coronaron como héroes para la historia, qué países triunfaron y quiénes cayeron en el oscuro pozo de la derrota.
Esta vez Brasil acoge de nuevo la competición más importante del panorama futbolístico. Desde 1950 el país brasileño no vivía en su tierra un Mundial, y desde 1978 la copa dorada no se disputa en Sudamérica. Con 5 trofeos en sus vitrinas -el país que más posee- Brasil aspira a volver a alcanzar la gloria, esta ocasión en su propia casa, como ya hicieran Francia (1998), Argentina (1978) o Alemania (1974), pero ¿lo conseguirá? Vamos ya repasar la historia de esta competición.
Inicios y primera edición
El principio de todo data del 1930 en Uruguay, pero el origen se encuentra en los Juegos Olímpicos de 1928, cuando la FIFA organizó un congreso en el que se terminó por gestar la idea de un campeonato de fútbol entre países. Con un total de 13 equipos, la primera edición de la Copa del Mundo fue un éxito rotundo a pesar del boicot de los países europeos por la elección de la sede. Tan sólo Francia, Bélgica, Yugoslavia y Rumanía de todo el viejo continente acudieron a la cita. Por lo demás, Uruguay, el organizador, se proclamó campeón venciendo en la final a Argentina por 4-2, entrando en la historia de la ya extensa vida de esta competición como primer ganador de la misma.
Doblete italiano
La copa se trasladó a Europa para decidirse en las dos siguientes ediciones en Italia (1934) y Francia (1938). En ambos campeonatos los equipos americanos respondieron al previo boicot con un plantón casi absoluto. En Italia sólo competirían Argentina, Brasil y Estados Unidos, mientras que en Francia sólo lo harían Brasil y Cuba.
Con un total de 16 selecciones, Italia se proclamó ganadora de su Mundial, batiendo a la Checoslovaquia por 2-1 en la final. El partido lo ganaban los visitantes, pero un gol a tres minutos del tiempo reglamentario propició la prórroga, en la que Schiavo anotó para convertir a su país en el segundo ganador del torneo.
En la siguiente edición la Segunda Guerra Mundial sobrevolaba las cabezas de muchos de los participantes. España se hallaba en plena Guerra Civil, China y Japón en guerra, y Austria anexionada a Alemania.
No hubo fase de grupos, si no que los 16 equipos entraron directamente a disputarse los octavos de final. Italia se plantó de nuevo en el último partido para enfrentarse a Hungría, a la que vencería por 4-2 ataviada con camiseta negra, símbolo del fascismo italiano.
Suspensión y torneo de posguerra
La Copa del Mundo no volvería a disputarse hasta 1950, cuando Brasil salió electa al estar toda Europa devastada por la guerra. Varios equipos no participaron, y sería también la vez del debut de Inglaterra y varios equipos del Reino Unido en este torneo.
Uruguay volvía a llegar a una final, donde se enfrentaría al organizador del campeonato, para grabar en la historia el ya archiconocido "Maracanazo", venciendo en el mítico estadio a Brasil por 2 tantos a 1. España quedó cuarta al perder contra Suecia en el partido por el tercer y cuarto puesto.
En 1954 el Mundial volvió a Europa, concretamente a Suiza, donde al fin un equipo pudo batir la hegemonía de Uruguay e Italia. Alemania Federal llegó a la final para enfrentarse a la favorita, la todopoderosa Hungría de Kocsis (11 goles), a la que vencería no sin mucho sufrimiento. Los húngaros ganaban por 0-2 en el minuto 8, pero Alemania empató y, a seis minutos para el final, anotó el gol de la victoria (3-2).
Brasil y su etapa dorada
El torneo volvió a disputarse en Europa. En Suecia (1958) el campeonato se retransmitió por primera vez en televisión para ver triunfar a la Brasil de un joven y prometedor Pelé. Fontaine, de Francia, anotó 13 goles, firmando un récord histórico, pero lo que se recuerda es la final, en la que Brasil arrolló a la anfitriona por 5 goles a 2.
Brasil constató su grandeza futbolística llevando a cabo su doblete, esta vez en tierras chilenas en 1962. A pesar de la lesión de Pelé a principios del torneo, el equipo liderado por Garrincha se plantó en la final y se alzó de nuevo con el título tras vencer a Checoslovaquia por 3 goles a 1.
El torneo ya tenía su fama y no podía menos que volver a su cuna, a la misma Inglaterra, para disputarse allá por el 1966. Era la oportunidad de los ingleses para demostrar que fueron los inventores de este deporte, y lo hicieron con creces en una final marcada por la polémica. Si hay un momento de la historia en que el maldito gol fantasma ha hecho su más cruenta aparición, ese ha sido sin duda en la final disputada contra la Alemania Federal. Hurst disparó a puerta y el portero despejó la pelota, pero el árbitro pitó gol a favor de los ingleses, siendo un punto clave en la victoria local. Moore recogió de las manos de la mismísima Isabel II la primera y, hasta ahora, única Copa del Mundo que poseen los ingleses.
Brasil se resarciría de su fracaso en Inglaterra con una nueva victoria en México 1970. Como dato relevante, las semifinales tuvieron como protagonistas a los cuatro países campeones del torneo: Uruguay, Italia, Brasil e Inglaterra. Brasil no tuvo problemas para aplastar a Uruguay, pero el encuentro entre Alemania Federal e Italia, denominado "El Partido del Siglo" que se decantó del lado de los italianos por 4-3, ha sido considerado por muchos como el mejor encuentro de la historia. Un monumento en las proximidades del estadio Azteca así lo demuestra.
Ya en la final Brasil e Italia se jugarían el llevarse para siempre el trofeo Jules Rimet, que sería entregado a quien ganara el torneo tres veces. Brasil culminó su etapa dorada con una victoria por 4 goles a 1, llevándose el trofeo para casa, el cual sería robado en 1983 y presuntamente fundido.
El Mundial de 1974 celebrado en la Alemania Occidental supuso el enfrentamiento de dos equipos, personalizado en dos de los mejores jugadores de todos los tiempos: la Alemania de Beckenbauer contra la "Naranja Mecánica" de Johan Cruyff. En la disputa por el primer nuevo trofeo de la competición, Alemania remontó el gol inicial de Neeskens de penalti y venció en el Olímpico de Múnich para dar pie a la mala fortuna de Holanda en las finales.
Gerd Müller se convirtió en el máximo anotardor histórico de la competición hasta que Ronaldo lo batiera en la edición de 2006, de nuevo en Alemania.
Holanda volvería a la final en la siguiente edición a pesar de la ausencia de Johan Cryuff por rechazo a la dictadura argentina de Videla, país donde se disputaba el torneo de 1978. Enfrente se toparían con Argentina, que buscaba el triunfo tras su derrota en la primera edición de la competición. Los argentinos, apoyados en la potencia goleadora de Mario Kempes, vencieron en el Monumental de Buenos Aires a una "Naranja Mecánica" que desaprovechaba su segunda oportunidad y una generación inmejorable. A pesar de no ganar, su equipo con el fútbol total por bandera pasaría a la historia.
En el Mundial de España 1982 el éxito de una competición que ya estaba a la altura de los Juegos Olímpicos propició el aumento de participantes, de 16 a 24. Ni la Francia de Platini ni el Brasil de Zico, Sócrates y Falcao pudieron evitar una final entre Italia y Alemania Federal, que venció a los franceses en la primera tanda de penaltis realizada en un Mundial.
Paolo Rossi se consagró como máximo anotador del torneo con un gol en la final, que acabaría por 3-1 a favor de los italianos. El delantero de la Juventus se llevó también el balón de oro a mejor jugador del año. España, por otro lado, realizó un mal torneo y no supo aprovechar su papel como anfitriona.
La mano de Dios y la nueva Alemania
El Mundial volvía a Méjico tan sólo 16 años después gracias a a su reciente infraestructura y a la incapacidad de Colombia de acoger semejante competición. Sin lugar a dudas fue el Mundial de Maradona, genio y figura. En los cuartos de final, en un interesante partido contra Inglaterra con mucho componente político por detrás, tuvieron lugar dos de los goles más míticos de la historia de este deporte. Uno, de pillo, por ser anotado con la mano, "la mano de Dios" del '10' argentino; y el otro por tratarse de un sprint sin final que comenzaría en el medio del campo para acabar con el balón alojado en el fondo de las mallas. En la final el equipo liderado por "El Pelusa" ganó a los de Beckenbauer por 3 tantos a 2. Lo que no sabían es que cuatro años después se tomarían la revancha en Italia.
En Italia 1990, un Mundial caracterizado por el juego defensivo, el excesivo protagonismo de las tandas de penalti y unos arbitrajes por debajo de la media, Alemania Federal ganó su última Copa del Mundo (antes de llevarse a cabo la reunificación del país) gracias a un penalti muy dudoso a 5' del final que convirtió Andreas Brehme contra Argentina, firmando el definitivo 1-0.
El resurgir de Brasil y el Mundial en el siglo XXI
En la tres ediciones siguientes, la "canarinha" conseguiría alcanzar la final, ganando dos de ellas. En Estados Unidos 1994, un país sin tradición futbolística, se vivió el renacer del combinado brasileño y el fin de la carrera de Diego Armando Maradona, quien dio positivo en un test antidopaje. También se dio la primera final disputada desde los 11 metros, en la que Brasil venció a Italia tras el fallo de Roberto Baggio en su lanzamiento.
En pleno apogeo del fútbol moderno, Francia acogió en 1998 el primer Mundial con 32 selecciones en su haber. "Los bleus" aprovechaban su condición de anfitrión para concretar su primer título tras haber demostrado ser una potencia en las últimas ediciones. En la final se enfrentaron a la Brasil de los jóvenes Ronaldo y Rivaldo, no sin antes ganar en un competido encuentro contra la sorpresa del campeonato, Croacia, que quedó tercera en su primera participación en una Copa del Mundo.
No tuvo problemas Francia contra Brasil, a la que aplastó por 3-0 con dos tantos de su estrella, Zinedine Zidane.
Llegado el siglo XXI el Mundial pisó por primera vez tierras asiáticas en Corea y Japón 2002, y el componente económico que se halla tras esta competición salio a relucir más que nunca en una grandísima inversión que llegó a los 4.500 millones de dólares.
También estuvo muy presente la polémica arbitral, reflejada en las constantes ayudas que recibió Corea para alcanzar las semifinales y quedar en cuarto lugar luego de perder contra Turquía en el partido por el tercer puesto.
Ya en lo meramente deportivo, Brasil consiguió batir a Alemania en la final con dos goles de Ronaldo y una floja actuación de uno de los mejores porteros del mundo, Oliver Kahn. Argentina fue la sorpresa negativa del torneo al no pasar de la fase de grupos con un combinado muy potente.
Blatter, por entonces nuevo presidente de la FIFA, había prometido llevar el Mundial a África, pero por la diferencia de un único voto Alemania acogió su primer Mundial como país unificado en el 2006. Brasil, plagado de estrellas, era el coco, pero Italia dio la campanada con un conjunto muy experimentado, ganando a la Francia de Zidane en la final desde la tanda de penalti.
Este torneo supuso el fin de la carrera del francés, que se despidió del fútbol con un manchurrón en su historial tras ser expulsado por darle un cabezazo a Materazzi. La nota positiva la dio Ronaldo, superando a Müller como máximo goleador de la historia de los mundiales.
La rotación continental
La Copa Mundial de la FIFA llega finalmente a suelo africano en 2010, concretamente en Sudáfrica, donde equipos como Francia o Italia dieron la sorpresa al no pasar de primera ronda.
España se postulaba como favorita para ganar el torneo después de proclamarse campeona de la Eurocopa 2008 con un atractivo fútbol de toque que llevarían por bandera también en esta competición. Por otro lado, el fútbol demostró que la vida muchas veces te da y otras te quita. Inglaterra, que había ganado su Mundial en parte gracias a un gol no válido, vio como un tanto de Lampard que dio en el larguero y botó en el interior de la portería no subía al marcador. Alemania acabo por golear al equipo inglés, pero quizá todo habría sido diferente de haber contado ese gol en favor de los "pross".
Holanda vio como su maldición crecía perdiendo su tercera final llevando a cabo un juego muy duro, casi al extremo, que sufrieron los jugadores españoles. Cuando todo indicaba que el trofeo se disputaría desde los 11 metros, Iniesta anotó un tanto en el minuto 116 para darle a España su primer Mundial y ponerla al nivel de grandes históricas.
Vuelta a Sudamérica y lo que nos depara el futuro
El Mundial, en su rotación continental, vuelve a Sudamérica tras pasar por Europa y África. Brasil, el país con más campeonatos en su haber, defenderá desde una de las mayores canteras del fútbol mundial, de donde han salido algunos de los mejores jugadores de todos los tiempos, su primer puesto en el podio (5 campeonatos), amenazado desde cerca por la siempre dura Italia. España llega como favorita tras ganar dos Eurocopas consecutivas y la pasada edición de la Copa del Mundo, pero rivales como Argentina, Alemania, Francia, Inglaterra y la mismísima anfitriona no se lo pondrán nada fácil. Sólo queda sentarnos y disfrutar.
Twitter: @ProyectoPremier @feresbec
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