Inglaterra queda segunda tras una fase de grupos decepcionante

Triste resultado (0-0) de la selección de Hodgson, que a pesar de haber atacado durante todo el partido no encontró su premio. El seleccionador introdujo seis cambios en su once típico y el resultado no fue del todo el esperado. Ahora los ingleses se enfrentarán a los cabezas de grupo tras haber cerrado la fase de grupos en segunda posición. Su rival será el segundo clasificado del grupo F

 

No pudo ser. La selección de Inglaterra remó y remó pero no pudo ser. La verdad es que hoy el fútbol fue injusto con los chicos de Hodgson, que pusieron todo en el césped. Pero cuando la pelota no quiere entrar, o bien por los defensas eslovacos o bien por errores propios, no entra. El seleccionador varió su once típico con seis cambios: los dos laterales, Bertrand y Clyne, Wilshere, Henderson, Sturridge y Vardy. Los dos primeros tuvieron suertes dispares. al primero se le notó nervioso, demasiado contundente en defensa y nulo en ataque mientras que el segundo tuvo bastante protagonismo. El del Liverpool se multiplicó en las dos áreas e incluso tuvo una de las oportunidades más claras del partido, detenida por el portero Kozacik. En cuanto a los dos medios, pasó algo parecido. A Wilshere se le notó fuera de forma, de ritmo. Tuvo destellos de la calidad que atesora pero no fue el Wilshere que nos enamoró tiempo atrás. Hoy era un buen día para quitarse la espina pero cuando las piernas no acompañan al corazón, de poco sirve. En cambio Henderson estuvo fino. Dominó la primera mitad con buenos balones entre líneas, temporizando el juego de manera magistral y desplegándose por todo el frente ofensivo, dispuesto a robar balones cuando hiciese falta. Por último, los delanteros tuvieron más o menos el mismo rendimiento. Cierto es que Vardy estuvo más batallador, siendo ese delantero que nos enamoró esta temporada. Luchó mucho, se desmarcó e incluso tuvo un par de ocasiones claras, pero muy errático. Como su compañero Sturridge, otro que también se le vio fuera de forma.

El partido era propicio para que los ingleses mejoraran su imagen en una pobre fase de grupos. Pero nada más lejos de la realidad. Hodgson siguió con la misma idea de juego: tocar y tocar con velocidad para llegar al arco rival lo más rápido posible. El día de Rusia lo consiguió, el de Gales le sirvió al final para marcar dos goles en los cinco minutos finales pero hoy no. Eslovaquia venía con la lección aprendida. Con apretar la salida de balón, cerrar a los laterales y blindar el medio fue suficiente.  En la primera mitad los ingleses se apoyaron en Lallana para crear oportunidades, siendo el jugador con la demarcación más confusa. Henderson, Clyne, Lallana y Sturridge se buscaban y se encontraban, como en su club, pero sin acierto. Y así, poco a poco, la primera parte fue llegando a su fin, ahogada en ocasiones para los ingleses. A todo esto hace falta remarcar el gran nivel que demostró hoy la defensa eslovaca, con Skrtel y Pekarik como hombres más destacados, ya fuese cortando balones o despejando disparos.

La segunda mitad tuvo el mismo guión pero distintos protagonistas. Con la entrada de Rooney y Alli ganaron velocidad y profundidad pero no efectividad. Al del Tottenham se le ha visto un poco superado por el peso de la competición. Demasiado acelerado. Al igual que a su compañero de equipo, Kane, que fue el último cambio de hoy. El 9 no encuentra portería y le está pasando factura. Lo de hoy no se sabe si fue rotación o toque de atención. Pero lo que si ha quedado claro es que a los ingleses les está pasando lo de siempre en este tipo de competiciones: fase de clasificación perfecta, altibajos en la fase final. Tendrán que esperar hasta el miércoles para conocer a su rival, que será el 2º clasificado del grupo F.

FICHA TÉCNICA:

Inglaterra: Hart; Clyne, Smalling, Cahill, Bertrand; Dier, Henderson, Wilshere (Rooney, min 56); Lallana (Alli, min 61), Vardy, Sturridge (Kane, min 76).

Eslovaquia: Kozáčik; Pekarík, Škrtel, Ďurica, Hubočan; Pečovský (Gyömbér, min 67), Kucka, Hamšík; Mak, Weiss (Skriniar, min 78), Duda (Svento, min 57).

Estadio: Geoffreoy-Guichard de Saint Etienne.

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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