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Jermaine Pennant está de vuelta

Vuelve a Inglaterra. Llega al Wigan, y la incógnita será saber si será más protagonista dentro o fuera del campo. Un tipo como Jermaine Pennant seguro que nos deja alguna peripecia; lo mismo le da una hacer un par de maravillosos regates que ausentarse de los entrenamientos. Para qué nos vamos a engañar, el inglés es más de llegar tarde. Tiene una reputación que mantener.

B60Lp_aIcAA1ywQEl inicio de su carrera futbolística fue fulgurante. Jermaine fue en su día el fichaje adolescente más caro de la historia. El Arsenal pagó al Notts Country 2 millones de libras ¿Y quién estaba por medio?, ¿quién si no? Arsene Wenger. Por todos es sabida la capacidad de Wenger para oler el talento. Aunque yo tengo mis dudas. Al final Wenger se ha convertido en ese jubilado que acude al bingo con la esperanza de encontrar el boleto ganador, después de haber comprado 100 boletos en una hora las probabilidades aumentan. Pero no estamos aquí para debatir sobre las cualidades olfatorias del francés.

Pennant disputó 26 partidos con el Arsenal en 6 años, sólo anotó tres goles, todos en el mismo partido; qué genio. En éste periplo en Londres fue donde Jermaine le empezó a coger el gusto a eso de llegar tarde a los entrenos. La vida en Londres es muy dura, sobretodo de noche.  En ese tiempo pasó por Wattford, Leeds y, finalmente, Birmingham. Ahí fue donde yo me enamoré. Era un equipo alegre, en el buen sentido, jugaba con dos bandas bien abiertos con capacidad para improvisar. Pennant ahí se gustaba, era un tipo vertical, capaz de encarar y sacar buenos centros laterales. Un extremo al uso.

Jermaine ostenta algunos récords. Fue el futbolista más joven en debutar con el Arsenal, hasta la llegada de Cesc. Pero aún tiene un récord mayor, o más significativo; el de ser el primer futbolista en jugar con una pulsera electrónica de instituciones penitenciarias. El inglés pasó 30 días en la cárcel tras ser detenido por conducir sin licencia y bajo los efectos del alcohol. Luego, con la condicional, tenía que regatear con ese dispositivo en su cuerpo.

B7xaSvICAAAwowaEl Birmingham lo compró y dado su buen rendimiento lo vendió posteriormente al Liverpool. El conjunto “red” lo entrenaba por aquellos entonces Rafa Benítez, que no se caracteriza precisamente por ser un tipo flexible, con mano izquierda. Nada hacía presagiar que aquello pudiera salir bien. Estábamos equivocados, de aquel binomio nació, quizás, la mejor temporada de Pennant en su carrera. Pero no tardaron mucho en torcerse las cosas. Pennant sufrió una lesión que lo mantuvo alejado de los campos alrededor de dos meses. Después de eso nada fue igual. Sus apariciones fueron a menos hasta acabar cedido en el Porsmouth.

El inglés fue durante un tiempo una mina de oro para los diarios sensacionalistas ingleses.

B-xRRG8WsAI2YG-En su última etapa en Liverpool fue pillado a la salida de una discoteca con una botella de Jack Daniels en la mano. Al menos no tiene mal gusto para el whisky. En esos tiempos se especuló incluso con su llegada al Bernabéu. ¿Pennant bebiendo DYC en Sol? Habría sido demasiado bonito.

Tras finalizar la temporada con el Porsmouth, y ya como agente libre, firmó por el Zaragoza. Yo era feliz. Se volvió a disfrazar del doctor Jekyll y Mr Hyde. Y cómo no, nos dejó un episodio  para la historia.

Finalizado ya su contrato en Zaragoza y estando de vuelta en Inglaterra Pennant recibió una llamada advirtiéndole de que su Porshche 911 Turbo llevaba estacionado y abandonado en una estación de RENFE unos cinco meses, con las consiguientes multas. Él se mostró extrañado, no había echado de menos ningún coche, no podía ser suyo. Pero en la matrícula se podía leer: P33NNT. Era de Jermaine, pero ¿Quién le culpa?, ¿A quién demonios no se le ha olvidado nunca un coche de 100.000 dólares en un parking 5 meses?

Su carrera continuó en el Stoke y los Wolves, sin excesivo ruido. Luego un periplo por la India (a saber qué haría allí), y finalmente ha regresado. Estamos de enhorabuena. El Wigan se ha hecho con sus servicios. Se llevan un extremo con calidad, buen pelo, y un amor por la vida incomparable.

Bienvenido Jermaine.

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