El Arsenal mostró su peor cara de la temporada en un partido en el que recordó más al de otras temporadas que al Arsenal actual. Un Rooney estelar y un gran cabezazo de Van Persie bastaron para que el United se llevara una victoria importantísima que le asciende hasta la quinta posición.
Líder destacado. Hacía años que el Arsenal no se presentaba así en Old Trafford. Wilshere, Ramsey, Özil y compañía llegaban a Manchester dispuestos a afianzar su liderato. Conquistar Old Trafford les convertiría en el aspirante más serio al título.
El partido se cruzó ya antes de empezar con las bajas de última hora de Rosický y Mertesacker. Flamini y Vermaelen fueron los encargados de sustituirlos. Comenzó el partido y el Arsenal comenzó a parecer el equipo pequeño de otros años. El United dominaba la posesión y cuando el Arsenal robaba el balón apenas le duraba. Demasiadas imprecisiones para un equipo que aspira a ganar la Premier League.
Como era de esperar el gol del United llegó. Golazo de Van Persie tras un córner botado por Rooney. Era el problema de siempre. El equipo parecía otro. Ramsey, Özil y Cazorla apenas intervenían en el juego y el United era el claro dominador del encuentro.
En la segunda parte el dominio cambió. Arteta, Wilshere y Ramsey se hicieron con los mandos, pero faltó profundidad. Estuvieron cerca de lograr el empate con un centro de Sagna que se paseó por el área pequeña. Ya no habría tiempo para más, el Arsenal sumaba su segunda derrota de la temporada.
El partido de hoy era vital para ambos equipos. Es de esos partidos que un equipo aspirante a ganar la Premier League debe ganar. El Arsenal ha mostrado demasiadas carencias en su punto fuerte: la posesión. En la primera parte le faltó control y en la segunda profundidad. Hay cosas que corregir. Wenger debe ponerse a ello si quiere terminar con la sequía del Arsenal.
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