El Liverpool se impuso en Anfield con autoridad al Everton en el derbi de la ciudad (3-1). Mane, que se retiró lesionado en la segunda mitad, inauguró el marcador en el 8', Pennington igualó, y Coutinho con un golazo y Origi decantaron la balanza. Los 'reds' fueron justos ganadores y mejores que un Everton descafeinado en muchos tramos del encuentro y algo duro en acciones puntuales.
Lo de derbi de la amistad entre 'reds' y 'toffees' es el viejo cuento de la lechera. El Everton lleva demasiados años sin asaltar el fuedo de sus vecinos (19 años) como para tomárselo a modo de relación sana. Lo sabe bien Ross Barkley, que cometió una entrada de cartulina naranja sobre Emre Can aunque no recibiera castigo de ningún tipo por parte de Anthony Taylor. El que sí impuso su ley fue Sadio Mane. El senegalés exhibió sus potentes cambios de ritmo sacando los colores a Ashley Williams y cruzó raso ante un Joel que sólo pudo hacer la estatua. Era la primera variación en la estadística de tiros a puerta.
Le salía a pedir de boca la jugada al Liverpool, que manejó a la perfección los ánimos del partido y enfrascó los del Everton en una caja de hielo. Coutinho pudo doblar la ventaja, pero entre Joel y posteriormente Jagielka bajo palos neutralizaron la diablura del brasileño. No estaban ofreciendo un derroche de ataques precisamente, aunque sí tenían la cabeza fría los 'reds' para ser los dueños del tablero. Eso sí, tener un gran poder conlleva una gran responsabilidad y a los de Jurgen Klöpp aún les faltan tablas. Pennington apareció por el área pequeña de Mignolet y aprovechó las incesantes dudas del Liverpool a balón parado para firmar las tablas. Un deja vu que viene de muy lejos.
Con un canto en los dientes se dio el Everton, que no se estaba mostrando a la altura de un derbi y al que poco le duró el regusto de no ir perdiendo visto lo visto. Se lo amargó el hombre con más magia de los vestidos de corto, Coutinho. Cuando el brasileño saca el sombrero de copa, el truco nunca falla. Dejó en el suelo a Gueye, con cara de circunstancia a Pennington y definió al palo largo de Joel. Golazo de los de aplaudir, no hay más. Volvió a hacer la estatua el meta español, rendido al no poder hacer absolutamente nada en los dos balones que tuvo que recoger de su portería. Demasiadas modificaciones en el marcador para tan poco deleite futbolístico, pero bienvenidos sean siempre los goles. Alguno más merecía el Liverpool o alguno menos el Everton porque la diferencia no era la que presentaba el electrónico.
Los 'reds' perdieron a uno de sus grandes actores de reparto tras volver de las duchas. Mane tuvo que retirarse lesionado en el 56' y Origi le recogió el testigo. Un mal menor no obstante, porque el actor secundario anotó el tercero tras recuperación en la presión alta de Milner y posterior asistencia del multiusos inglés. Lo mismo cose un huevo que fríe un calcetín el ex del Manchester City. Sin noticias en Anfield de Lukaku, fijado con lupa y secado exitosamente por Matip y Lovren. Noble en lineas generales estaba siendo el derbi, aunque al horizonte mantuvieron su batalla personal Ashley Williams y Emre Can. El galés le dedicó un sutil pisotón en la espalda al alemán y posteriormente realizó otra entrada sobre él que excedió los límites del reglamento. No debió acabar el partido el central 'toffee'.
Con sus hombres de ataque apagados, el Everton arrojó la toalla y los puntos se quedaron en Anfield. No se vieron síntomas del mejor equipo de Premier hasta la fecha en 2017, aunque las opciones europeas persisten para los de Ronald Koeman. Un escalón por encima está el Liverpool, que quiere su billete de Liga de Campeones para la próxima temporada.
Ficha técnica:
Liverpool: Mignolet; Clyne, Matip, Lovren, Milner; Lucas, Can, Wijnaldum; Mane (Origi 56'), Coutinho (Alexander-Arnold 73') y Firmino.
Everton: Joel; Holgate, Williams, Jagielka, Pennington (Valencia 66'), Baines; Davies (Barry 66'), Gana, Barkley, Lewin (Mirallas 81'); y Lukaku.
Goles: 1-0 min.8 Mane; 1-1 min.28 Pennington; 2-1 min.31 Coutinho; 3-1 min.60 Origi.
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