Partido loco en Anfield que terminó cayendo del lado del Liverpool (4-3), que mantendrá al menos los cuatro puntos de distancia en el liderato sobre el Manchester City. Salah y Firmino al comienzo del segunto tiempo voltearon el tanto inicial de Townsend, Tomkins igualó, Salah de nuevo y Mané pusieron la puntilla pero Meyer maquilló sobre la bocina el buen hacer de los de Roy Hogdson en Anfield. Milner fue expulsado al borde del descuento.
Se hicieron notar los fantasmas del pasado del Crystal Palace en Anfield. Y vaya si lo hicieron porque es de sobra conocida su condición de bestia negra en detrimento de un Liverpool al que cerca estuvo de amargarle la tarde una vez más. El combinado del sur de Londres fue el último artífice en vencer en Anfield en la competición doméstica allá por abril de 2017 y han demostrado por qué. Hogdson sabe muy bien tocar las narices al que fue su equipo aunque sea el líder casi inexpugnable de la liga. Pero claro, si es el líder por algo será y esta vez fue al Liverpool al que le tocó sonreir. No sin antes suspirar de alivio porque el Palace fue un hueso durísimo.
Roy Hogdson maniataba la mente de Jürgen Klopp en el tablero futbolístico. La idea del Crystal Palace de no conceder una sola vía de escape imperaba sobre la de un Liverpool atascado con Fabinho y Henderson abocados a no funcionar juntos en la línea medular. La baja de Wijnaldum y la urgencia del multiusos Milner en el lateral derecho obligó a ubicar a ambos sobre el verde. Una alternativa que, salvo nueva emergencia, no será a reconsiderar por el técnico alemán. Tampocó ayudó demasiado Naby Keita, una de las caras nuevas ilusionante que parece haber perdido el duende de su inicio de campeonato.
Con todo el dominio del mundo pero sin proceder el Liverpool a meter el miedo en el cuerpo de verdad, el Palace congeló los ánimos de Anfield cuando atisbó opción de soltarse la melena. Zaha retó en velocidad a Milner, le venció obviamente, y la puso atrás con melodía de Verdi para que, pasada la media hora, Townsend batiera raso a un Alisson que estaba siendo un espectador más.
Mala cita para demorarse con la merienda en el entretiempo ya que el Liverpool iba a lograr la igualada al de pocos segundos de regresar de los vestuarios. Un disparo lejano de Van Dijk que no iba a parar en puerto prometedor rebotó en McArthur con tan mala suerte que le cayó a Salah libre de marca para que el egipcio lo aprovechara. Si le concedes un regalito al que se le llevan cayendo los goles de los bolsillos durante temporada y media, lo normal es que haga sangre. La misma que iba a hacer Firmino poco después perfilándose para golpear y lograr a ventaja para el Liverpool por primera vez en el encuentro.
En algo menos de siete menos se le derrumbaba el castillo al Palace. Nada de eso, ya que los 'eagles' evadieron sus complejos del primer tiempo y se desplegaron en ataque con Zaha como capitán general y haciendo sufrir de lo lindo a Milner. En una de sus diabluras, el marfileño forzó un saque de esquina que cabeceó a la red libre de marca Tomkins para devolver los sudores fríos en la parroquia 'red'. La exaltación del Palace y del partido en general traicionó los reflejos de Speroni, que falló estrepitosamente en un centro sin demasiado peligro de Milner y Salah volvía a poner tierra de por medio en la mismísima línea de gol convirtiéndose en el primer egipcio en marcar 50 goles en Premier. No iba a terminar la contienda precisamente James Milner, que fue expulsado a pocos minutos del 90 sucumbiendo definitivamente ante su sopor sin remedio de la tarde, Wilfried Zaha.
Iba a quedar tiempo, no obstante, de ver dos goles más. De partida, la puntilla de Sadio Mané pasando ya el tiempo reglamentario y el tanto final del honor de Max Meyer como colofón a una jornada en la que Anfield y el Liverpool aprendieron a convivir con la presión de ser líder. Es el precio a pagar por ubicarse en lo alto de la tabla. Y bienvenido sea, desde luego.
Ficha técnica:
Liverpool: Alisson; Milner, Matip, Van Dijk, Robertson; Fabinho (Lallana 87'), Henderson, Keita (Shaqiri 71'); Mané, Salah y Firmino.
Crystal Palace: Speroni; Wan-Bissaka, Tomkins, Sakho, Van Aanholt; Milivojevic, Kouyaté, McArthur (Meyer 80'), Townsend, Ayew (Wickham 80'); y Zaha.
Goles: 0-1 min.34 Townsend; 1-1 min.46 Salah; 2-1 min.53 Firmino; 2-2 min.65 Tomkins; 3-2 min.75 Salah; 4-2 min.90+3 Mané; 4-3 min.90+5 Meyer.
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