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Locura y polémica en Merseyside

Trepidante derbi el que pudimos disfrutar hoy en Goodison Park (2-2) en el que tuvimos absolutamente de todo, con golazos y polémica por partes iguales. Los dos equipos de Merseyside se reparten las dos primeras posiciones de la tabla gracias a los goles de Keane y Calvert-Lewin para los locales y de Mané y Salah para los visitantes

 

El partido de hoy dará que hablar de cara al futuro. Primero porque, después de mucho tiempo, vimos un auténtico derby de Merseyside con dos equipos que se miraron a los ojos durante todo el encuentro y eso a fin de cuentas es bueno para los aficionados a la Premier League. La segunda parte es que, una vez más, el VAR vuelve a estar en el centro del huracán por muchas cosas que ocurrieron. El aficionado del Liverpool debe estar que trina con todo lo sucedido. Empezó bien la cosa para ellos, ya que en el minuto 3, los de Klopp se adelantaron en el electrónico gracias a un tanto de Sadio Mané tras una buena jugada de Andy Robertson que dejó en entredicho a un Seamus Coleman que dudó en cómo parar al escocés y que acabó pagando el precio de su error. Hasta ahí parece el típico guion del Liverpool de los últimos tiempos, marcando rápido y dejando su impronta. Pero el partido distaba mucho de ser algo rutinario. Primero porque, minutos después del gol, Jordan Pickford lesionó a Van Dijk. El meta, sin medir completamente la fuerza con la que entró, atropelló con violencia al central, cuya rodilla hizo un giro extraño que acabó con el holandés fuera de combate. Y llevabamos diez minutos.

 

Sin la defensa antiaérea de los Reds, los Toffees marcaron por arriba, demostrando cuanto echaban de menos sus rivales a su líder de la zaga. Córner botado por James y testarazo de Keane, que se elevó por encima de un Joe Gomez que es notablemente peor en tareas aéreas que el holandés. El resto de la primera mitad se convirtió en un intercambio de golpes, literal y figurado, que nos dejaron los dos equipos que posiblemente más en forma han comenzado el campeonato. Las bajas de Van Dijk por un lado y de Coleman por el otro fueron sensibles, ya que ambos equipos perdieron a sus respectivos baluartes defensivos. Con todo esto, nada parecía indicar que fuéramos a vivir una segunda parte como la que vivimos.

Principalmente porque hasta prácticamente la mitad de la segunda parte fue meramente intrascendente. Apenas únicamente los porteros brillaron, con grandes paradas de Pickford y Adrián pero sin mucho que destacar. Jugadas aisladas, no demasiado elaboradas, que bajaron el ritmo al partido. Hasta que se desencadenó la tormenta. Minuto 72. Centro lateral desde el lado derecho del campo que acaba con un balón mal despejado de Yerry Mina que se la deja muerta a Mo Salah. El egipcio no se lo piensa y suelta un zapatazo imparable para Pickford, convirtiendo así el 1-2 para los suyos y el gol número 100 en su cuenta particular como jugador del Liverpool. El gol debía de aportar algo de paz a un Liverpool que agarraba como podía al Everton, que se sacudía una y otra vez para igualar el partido. El partido, poco a poco fue tomando un tono algo bronco, llegando a su cenit con la horrible entrada de Richarlison sobre Thiago que acabó en roja directa para el brasileño, que la protestó mucho. Pero antes llegó el tanto del empate de los de casa, con una jugada que nos suena a todos ya: centro de un jugador, el que sea, gol de cabeza de Calvert-Lewin. Es tan fácil como contar 1,2,3. Esta vez fue Lucas Digne, que tiene una sociedad establecida con el espigado ariete ya desde el año pasado y que cada partido es más y más beneficiosa para los de Goodison Park.

 

La traca final en el derby de Merseyside la puso Michael Oliver, un árbitro que ya sea por unas cosas u otras, siempre es noticia. En la primera parte debió expulsar a Pickford por su dura entrada sobre Virgil. En la segunda, a Robertson por una patada sin venir a cuento sobre Allan. Y para cerrar la trinidad de la polémica, el gol anulado al Liverpool. Corría el minuto 92 cuando Thiago servía un excelso balón entre línas para Sadio Mané, que cortaba la banda como un puñal. El senegalés llega a línea de fondo, sirve el pase de la muerte y aparece el capitán Red, Jordan Henderson, para fusilar a Pickford y poner el 2-3 definitivo en el marcador. El júbilo corrió como la pólvora hasta que el repeinado colegiado se lleva la mano al pinganillo. Tras deliberar con el Gran Hermano del fútbol, Oliver anula el tanto. Milímetros del codo de Mané rompieron la legalidad y las esperanzas de los Reds de llevarse los tres puntos de la casa de su eterno rival. Así se acabó el derby, tras una gran explosión. Unos más contentos que los otros, eso seguro.

FICHA TÉCNICA

Everton: Pickford, Coleman, Keane, Yerry Mina, Digne, Allan, Doucoure (Iwobi, min 78), André Gomes (Sigurdsson, min 72), James Rodríguez, Richarlison, Calvert-Lewin.

Liverpool: Adrian, Alexander-Arnold, Matip, Van Dijk (Gómez, min 12), Robertson, Fabinho, Thiago, Henderson, Mane, Salah, Firmino (Jota, min 78).

Goles: Keane (min 19), Calvert-Lewin (min 81) / Mané (min 3), Salah (min 72).

Estadio: Goodison Park.