Trágica derrota del Tottenham (2-2 hoy,5-3 en el global) que les deja fuera del sorteo de cuartos de final. Los ingleses pagaron el precio de un partido de ida horrible y hoy estuvieron a punto de dar la sorpresa. Los portugueses se adelantaron por medio de un cabezazo inapelable de Garay pero en los últimos compases del partido, un doblete de Nacer Chadli resucitó las esperanzas. Oblak detuvo tres ocasiones claras de Sigurdsson y en el último segundo Lima empataba para los lusos de penalty.
La mala suerte se cebó con el Tottenham hoy. Es cierto que el partido de ida realizado por los chicos de Sherwood fue lamentable, encajando un durísimo 1-3 en White Hart Line que dejaba la eliminatoria sentenciada para los portugueses pero hoy se vio otro espíritu. Es cierto también que al Tottenham le costó 70 minutos despertar de un letargo que ya es la tónica habitual de un equipo que posee jugadores de gran calidad pero de poco peso asociativo como Soldado. El español estuvo de espectador de lujo durante el partido y su paso fue méramente testimonial. Los primeros minutos fueron absolutamente de un Benfica que no solo juega bien al fútbol, sino que mentalmente es fuerte. Los de Jorge Jesus jugaron como si no importase el partido de ida y buscaron aumentar la renta para evitar sustos. Así, en el minuto 35, una gran internada de Maxi permitió a Garay cabecear impecablemente al arco de Friedel, poniendo el 1-0 en el electrónico del Da Luz y aplastando cualquier resquicio de remontada. O eso pensaban ellos.
La segunda parte fue totalmente opuesta a la primera. Los ingleses se mostraron más sólidos en ataque y crearon más oportunidades, mientras que a las águilas les servía con aguantar las embestidas de un animal herido. Minuto a minuto se vió patente como las internadas de Naughton y Rose hacían más daño que en la primera mitad, que Sigurdsson estaba dónde quería y que Soldado no estaba. Sherwood vio todo esto desde el palco (sancionado por su trifulca con Jorge Jesus en la ida) y dio entrada a Kane y Erikssen por Townsend. Las revoluciones subieron y los lusos ponían todos sus esfuerzos más en defender y salir a la contra que en crear un ataque ordenado. Pero llegó a la fiesta un invitado inesperado. Nacer Chadli, que apenas había tocado bola, marcó el 1-1 con un excelente disparo de folha seca tras una buena jugada individual. Pero es que un minuto después marcaba el 1-2 tras recoger un rechace en el área pequeña. Las puertas de la presa se abrieron y cayeron en tromba sobre el Benfica, que se cubría de los golpes como podía. Sigurdsson cabeceó hasta dos veces en boca de gol y Oblak volvía a sacarlas. Minutos después, Sigurdsson era derribado claramente en el área y el colegiado, tras dudar unos segundos, no señaló nada.
La desesperación se apoderó de los londinenses y en el úlitmo minuto, Rose derribó con rabia a Lima dentro del área. Él mismo ejecutó el penalti y acto seguido sonaba el pitido final. Se le puede reprochar muchas cosas al Tottenham y es normal que ningún seguidor spur esté contento con el resultado, pero creo que todos los aficionados ingleses soñaron con la remontada en los últimos minutos. Al final la Premier League se queda sin representantes en Europa League.
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