Partido excelso (4-0) del Liverpool ante un rival sin alma. Los de Wenger no tiraron a puerta ni una sola vez en todo el partido, dejando claro que el Arsenal está en serios problemas. Los hombres de Klopp devoraron a su rival y con los goles de Mané, Firmino, Salah y Sturridge parece que la posible marcha de Coutinho no sería tan dolorosa como la pintan
La Premier tiene su principal encanto en que es muy difícil encontrar partidos que no sean disputados. Claro que existen equipos mejores que otros, pero siempre hay emoción. Precisamente eso fue lo que no hubo hoy en Anfield. Desde el primer minuto de juego pudimos ver la ambición de los reds en llevarse el partido frente a un Arsenal que no termina de salir de una pesadilla que dura ya demasiados años. Su victoria en la Community Shield por penaltis frente al Chelsea y su victoria in extremis frente al Leicester en la primera jornada fueron los primeros síntomas de un enfermo que sufre pero que a su vez, no tiene un diagnóstico claro. Muchos señalarán (y con razón) al propio Arsene Wenger como principal culpable de esta situación. Pocos fichajes y con dificultades para atar a sus estrellas, amén de que el equipo no tiene la identidad que tenía en el pasado. El Arsenal ya no es lo que era y el Liverpool se empeñó hoy en mostrárselo por las malas.
Al cuarto de hora de comenzar, un despiste generalizado de la zaga gunner permitía a Joe Gomez centrar sin oposición con su pierna mala y servir un balón perfecto para que Firmino, llegando liberado de toda marca, rematase en el centro del área con un testarazo imparable. El gol era la confirmación de un dominio absoluto del Liverpool, comandados por el tridente ofensivo y un Emre Can que dejó en la tarde de hoy uno de los mejores partidos que ha disputado con la elástica roja. Al filo del descanso, Sadio Mané se sacó de la chistera un golazo. Recibe en el costado izquierdo, recorte para dejar sentado a Holding y gol por el palo largo. Dos a cero y con la sensación de que caerían más. El tercer tanto no tardaría tampoco en llegar, apenas diez minutos después del descanso. Córner a favor de los gunners que despeja la zaga local. Bellerín, en tierra de nadie, intenta bajar el balón. Su control fue un error mortal, ya que Salah le robó la cartera y corrió todo el campo para batir a Cech sin oposición. El tercer tanto significó la rendición total de Wenger, que señalaba el banquillo para Alexis y Oxlade-Chamberlain. Ambos están implicados en traspasos y tras lo de hoy queda patente de que hoy fue su último partido vestidos de gunners. En el minuto 77 y con todo el pescado vendido, Daniel Sturridge marcó el cuarto y último de la tarde, desatando la locura de un Anfield que vibra con su equipo. Klopp y su hinchada son uno. No se puede decir lo mismo de Wenger, que sudará y mucho para reforzar a su Arsenal en estos últimos cuatro días de mercado.
FICHA TÉCNICA
Liverpool: Karius; Gomez, Matip, Lovren, Moreno; Can (Grujic, min 84), Wijnaldum, Henderson; Salah, Firmino (Milner, min 80), Mané (Sturridge, min 74).
Arsenal: Cech; Holding, Koscielny, Monreal; Bellerin, Ramsey (Coquelin, min 46), Xhaka, Oxlade-Chamberlain (Lacazette, min 62); Ozil, Sanchez (Giroud, min 62); Welbeck.
Goles: Firmino (min 17), Mané (min 40), Salah (min 57), Sturridge (min 77).
Amonestaciones: Lovren (min 20), Gomez (min 23) / Welbeck (min 22), Xhaka (min 40), Özil (min 49), Holding (min 73).
Estadio: Anfield.