El fútbol no hizo acto de presencia en Old Trafford, el partido nunca tuvo ritmo dominio de los 'red devils' que se llevaron la victoria (1-0) aprovechando un rechace en el área, aunque estos gozaron de las ocasiones más claras del encuentro.
La primera tuvo poco fútbol, muy poco el Manchester llevó la iniciativa ante un conjunto que esperaba con una fuerte presión para robar y salir a toda velocidad hacia la porteria de De Gea. Y les funcionó porque el Shakhtar dispuso de grandes ocasiones 
sobretodo de las botas de Douglas Costa y Teixeira el primero partiendo desde la derecha y el segundo con movimientos por toda la zona de tres cuartos.
Aunque dificilmente podemos obviar que los ‘red devils’ a pesar de no conseguir hilvanar jugadas tuvo las dos grande ocasiones de la primera mitad, primero Janujaz con controlaba un balón de espaldas a la portería y enganchaba el balón a la media vuelta, el disparo salió centrado sin problemas para Pyatov. La más clara fue para Young que tras un error de la zaga se quedaba solo ante el portero, el inglés lanzaba una vaselina que superaba al portero pero finalmente no acababa dentro de la portería.
La primera parte no tuvo más, nadie puso más. El Manchester claramente firmaba el empate y los ucranianos pendientes del resultado de Anoeta no tenían la necesidad de ir a por los tres puntos que le asegurarán la segunda plaza de forma definitiva.
El segundo tiempo no distó mucho del primero el bajo ritmo predominaba en los primero minutos de juego y lo único que cambiaba era la necesidad del Shakhtar de ir a por el partido ya que el Leverkusen conseguia adelantarse en su partido. Pero no fue suficiente incentivo para los de Lucescu que siguieron esperando a un Manchester que tampoco daba señales de estar en el partido.
En el 67 acababa la poco emoción que estaban viviendo los espectadores, un saque de córner salía rebotado hacia el segundo palo y ahí estaba Jones para enganchar un derechazo a media altura y mandarlo a las redes. El tanto fue un jarro de agua fria para los ucranianos que debía marcar dos goles para conseguir estar en octavos.
No fue así, los de Lucescu no lograron empatar ni siquiera crear ocasiones en la portería de un De Gea que tuvo muy poco trabajo. Si lo intento alguna vez más el United, sobretodo con la salida al campo de Van Pesie que dio más verticalidad arriba aunque la zona de elaboración seguía sin dar ritmo al encuentro. Aunque tampoco Moyes estaba por la labor de mostrar una cara ofensiva y matar el partido, se conformó en adormecer el partido y dejar pasar los minutos.
El Manchester United estará en el bombo de octavos, pero las sensaciones que deja hasta el momento son malas, muy malas no se augura un largo camino en esta competición para los ‘red devils’ pero en ocasiones el fútbol puede ser caprichoso e impredecible.
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