Dos semifinales ha disputado Inglaterra a lo largo de toda la historia de los mundiales. La primera fue en 1966 contra una Portugal liderada por Eusebio, la segunda y última, en 1990, contra la RFA de Lothar Matthaus.
26 de julio de 1966. Inglaterra organizaba su mundial, y todo el mundo tenía los ojos puestos en Wembley. Frente a los Three Lions uno de los mejores jugadores del mundo, Eusebio, estrella absoluta del Benfica ganador de la Copa de Europa en 1962, Balón de Oro en 1965 y que había marcado 8 goles en los 4 partidos de ese Mundial, con mención especial al partido de cuartos de final frente a Corea del Norte, donde anotó 4 dianas. En Inglaterra, nombres como Bobby Charlton, Geoff Hurst, Gordon Banks o Bobby Moore esperaban dejar el mundial en casa. Para ambas selecciones esta ronda era una novedad, y ya miraban de reojo a la República Federal de Alemania, que el día anterior se había deshecho en Liverpool de la URSS por 2-1 y esperaba en la gran final.
Inglaterra se adelantó en el marcador en el minuto 30, mediante un gol de Bobby Charlton, que a la postre iba a acabar siendo la estrella del partido. El delantero del Manchester United recogía fuera del área un rechace del portero portugués, Jose Pereira, y con un sutil primer toque lograba batirle. A falta de solo 10 minutos para el final, Geoff Hurst ganaba un duelo individual a Jose Carlos, cediendo el balón perfectamente a Bobby Charlton que volvía a batir al portero luso. 2-0 y todo parecía sentenciado.
Sin embargo, tres minutos después, una mano clara de Ray Wilson dentro del área y el consecuente penalty volvía a poner emoción al partido. Eusebio fue el encargado de ejecutarlo y marcarlo, poniendo el 2-1 en el marcador. A pocos minutos para el final, Antonio Simoes tenía una clara ocasión para empatar el partido, pero su disparo se marchó fuera. Primera semifinal, y los Three Lions se plantaban en la final con total autoridad.
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La segunda semifinal llegó en el Mundial de 1990. El 4 de julio estadio de Delle Alpi de Turín era el testigo del partido frente a la República Federal de Alemania. Al igual que en 1966, ambos contendientes ya conocían quien esperaba en la final, que en este caso era Argentina. Una motivación extra para los ingleses, ya que el combinado sudamericano había sido su verdugo en los cuartos de final de 1986, y la herida aún estaba abierta. En las filas inglesas jugadores como Peter Shilton, Paul Gascoigne (elegido en el XI ideal del torneo) o Gary Lineker (máximo goleador del Mundial 1986). Enfrente una de las favoritas, la RFA de Bodo Illgner, Lothar Matthaus, Rudi Voeller o Jurgen Klinsmann.
Inglaterra llegaba a esta semifinal con un cansancio extra, ya que había tenido que pasar por prorroga en el partido de octavos de final frente a Bélgica (1-0 con gol de Platt en el minuto 119) y en el de cuartos de final frente a Camerún (2-2 en el final de los 90 minutos, marcando Lineker el definitivo 3-2 en el minuto 105).
Los 90 minutos del partido transcurrieron sin mucha historia, Paul Gascoigne era el mejor jugador de su selección y del partido, e incluso se podría decir que Inglaterra fue superior a la RFA, a pesar de que Andreas Brehme había puesto por delante a los suyos en el minuto 60 tras una carambola en el saque de una falta. La excelente defensa alemana dejó a Gary Lineker seco y sin ninguna opción de marcar..o eso creían, ya que el delantero del Tottenham iba a empatar el partido en el 80 tras un fallo en el despeje de Jurgen Kohler 1-1 al final del tiempo reglamentario, e Inglaterra se enfrentaba a otra prorroga.
En este tiempo extra pudimos ver una de las imágenes del mundial, que no fue otra que las lágrimas de Paul Gascoigne. El centrocampista del Tottenham vio una tarjeta amarilla tras una dura entrada sobre Olaf Thon, que le hacía perderse una hipotética final. Unas lágrimas que dieron la vuelta al mundo.
El tiempo extra también terminó con 1-1, por lo que la semifinal se decidiría en el punto de penalty. Los tres primeros lanzamientos de cada equipo fueron anotados, Gary Lineker, Peter Beardsley y David Platt por parte inglesa y Andreas Brehme, Lothar Matthaus y Karl-Heinz Riedle por parte alemana. Bodo Illgner detenía a Stuart Pearce el cuarto lanzamiento inglés, mientras que Olaf Thon marcaba el suyo. Todo estaba en las botas de Chris Waddle, que debía marcar su penalty para que Inglaterra siguiese viva, sin embargo su tiro se fue por encima de la portería, dando la victoria a la RFA, que a la postre iba a ser la campeona.
Dos semifinales en las que Inglaterra ha tenido una suerte dispar. En la tercera espera Croacia, que tiene en su haber una en el Mundial de 1998 que perdió frente a Francia. Los Harry Kane, Jordan Pickford, Raheem Sterling o Kyle Walker esperan emular a sus compatriotas de 1966.
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