Leicester Manchester City

Los zorros sorprenden al campeón

Brillante partido de la escuadra de Puel (2-1) que supieron sufrir en su momento y también golpear. El Manchester City dominó durante largos periodos del encuentro, aunque de manera estéril. Se adelantaron con un gran gol de Bernardo Silva tras una jugada hilvanada, pero Albrighton neutralizó el tanto culminando una contra de libro liderada por Maddison y Vardy. A falta de diez minutos, Ricardo Pereira se sacó un tremendo latigazo tras un rechace de un saque de esquina. Segundo tropiezo consecutivo de los skyblues, que vuelven a caer con un tanto tras un corner y les aleja del Liverpool en siete puntos, sobrepasándolos el Tottenham

 

El Boxing Day siempre es un día para el espectáculo, para el entretenimiento, para las sorpresas. Y lo del King Power ha sido tal cual. Los zorros, claramente inferiores en las apuestas, se enfrentaban al campeón, herido tras su derrota en la jornada pasada contra todo pronóstico en casa frente al Crystal Palace. Lo normal era ver un paseo de los hombres de Guardiola, para no perder la estela de un Liverpool que está intratable y que es su principal rival en la carrera por revalidar el título. Todo parecía seguir el guión normal: el City, con mucho balón, encajonaba al Leicester, que no veía la manera de quitarse de encima a los skyblues. Toque, toque, toque hasta el aplastamiento del rival. Lo cierto es que, cuando vimos marcar al City en el minuto 14 con un gol marca de la casa, ya pensábamos que se acababa el encuentro. Gran jugada combinativa de los mancunians que acaba con un pase entre líneas del Kun para Bernardo, que batió con elegancia a Schmeichel. 0-1 y a otra cosa.

Nada más lejos de la realidad. Cuatro minutos después, el Leicester salió de la madriguera y montó una contra exquisita gracias a Maddison y Vardy. El primero condujo, el segundo asistió de manera quirúrgica a Albrighton, que llegó desde atrás para batir con un testarazo inapelable a Ederson. Acción, reacción.

La primera parte nos ofreció oportunidades para ambos equipos, aunque quizás con el City algo más cómodo. Como en la segunda mitad, en la cual asedió el arco de Schmeichel aunque sin peligro real. Con Agüero muy solo, Bernardo bien cubierto y De Bruyne bajo de ritmo, todo es más difícil. El Leicester, como el zorro de su escudo, fue sacando la cabeza poco a poco, buscando de nuevo una contra para golpear. Defensivamente hablando los de Puel bordaron el encuentro, con ayudas y marcajes al hombre que dieron resultado ante un equipo tan bien engrasado como el de Guardiola. Quizás, para desgracia de los aficionados citizens, es ver como, por segunda semana consecutiva, el tanto de la victoria rival llega de la misma manera. Minuto 81, centro botado y despeje de Sané a la frontal. Ricardo Pereira, completamente solo, recoge el regalo y la empala contra las mallas de Ederson, que nada puede hacer. La semana pasada fue Tomkins, esta Pereira. El fiel reflejo de la impotencia citizen fue Delph, que vio una roja directa tras una entrada a la rodilla de Pereira sin venir a cuento.

El tanto noqueó por completo a un City que antes del partido todos le dábamos como vencedor. La maldición del campeón continúa y desde 2009 nadie ha podido ganar dos ligas seguidas. Y visto lo visto, puede que este año la gane otro. Aunque no den por muerto a este City. Todavía.

 

FICHA TÉCNICA

Leicester: Schmeichel, Chilwell, Morgan, Mendy, Ndidi, Maguire, Choudhury (Gray, min 63), Pereira, Maddison (Simpson, min 78), Albrighton, Vardy (Okazaki, min 88).

Manchester City: Ederson, Danilo, Delph, Stones, Laporte, De Bruyne (David Silva, min 70), Bernardo Silva (Mahrez, min 83), Sane, Gundogan, Sterling, Agüero.

Goles: Albrighton (min 19), Pereira (min n81) / Bernardo (min 14).

Amonestaciones: Maguire (min 58), Vardy (min 87) / Stones (min 77), Delph (roja directa, min 89), Agüero (min 90).

Estadio: King Power Stadium.

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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