Esfuerzo sin premio para los de Sarri (2-2), que tras remontar en 2 minutos encajaron el empate de Barnes tras un error defensivo grosero. Los de Dyche se adelantaron con un gran gol de Hendrick, que vieron neutralizados con dos golazos de Kanté e Higuaín y tras una primera parte muy disputada, decidieron acabar con el ritmo del partido gracias a una táctica ultradefensiva. Los blues, aunque cuartos en la clásificación, pueden ver peligrar sus aspiraciones europeas si vencen tanto Tottenham como Arsenal y Manchester United, todos ellos a un máximo de 3 puntos de distancia. Por su parte el Burnley selló su permanencia un año más en la Premier League
La lucha en la Premier está más encarnizada que nunca. Dos equipos descolgados que se juegan el título cada jornada que pasa. Cuatro equipos que se enfrentan por ser el primero de los mortales en una Premier que será roja o azul celeste no tardando mucho. Mientras tanto, tres de Londres y uno de Manchester buscan sin descanso dos plazas que les permita disputar la competición de clubes más importante del mundo: la Champions League. Dentro de esta batalla está el Chelsea, que no ha sido ni mucho menos un adalid de la regularidad aunque si, con várias crisis de por medio, ha sabido reponerse y mantenerse en la parte alta de la tabla, esperando volver otra vez a Europa por la puerta grande. Y eso que la cosa no empezó nada bien, ya que en el minuto 8, Jeff Hendrick se sacó un soberano zapatazo desde la frontal que fue imposible para Kepa. Pintaba a que la tragedia se iba a volver a repetir con los clarets. Aquel Burnley que acabó con un Chelsea en 2017, vigente campeón y que caía por 2-3 en el Bridge. El fantasma desapareció rápido, más que nada porque Eden Hazard se empeñó en desterrarlo. Minuto 12. Jugada sensacional del belga, que entra en el área y deja sentado hasta dos veces a Lowton con dos recortes majestuosos para servirle un gran balón a Kanté, que batió a Heaton con un duro zurdazo. Dos minutos después, un buen pase filtrado de Jorginho y un taconazo de Azpilicueta acabaron en gol gracias a un cañonazo de Higuaín.
Partido remontado, parecía. Ahora veámoslo desde el lado claret. El guión que iban a seguir era obvio: balón parado y contraataque. El equipo de Dyche es como un engranaje. Puede que rudimentario, pero funciona. Defensa sólida, nada de filigranas y explotar cualquier concesión que le de su rival por error. Hoy el Chelsea lo pagó con dos balones parados. El primero, el ya comentado de Hendrick, que nace de un córner. El segundo, una falta lateral en la que participan hasta tres jugadores por arriba que finalmente acabó en gol. La pone Westwood, la prolonga Mee, la peina Wood y la marca Barnes. Todo por arriba, con todo el Chelsea amontonado en el área sin ningún tipo de orden ni concierto. Dos fallos, dos goles. El Burnley no se apiada de ti. Pero un equipo que lleva coqueteando con el descenso durante prácticamente toda la temporada no esperes que te conceda nada. Recordemos, este equipo jugó la previa de la Europa League.
Sin temor se puede asegurar que, tras 25 minutos frenéticos, el único que lo intentó fue el Chelsea. Era el Chelsea quien veía como sus opciones europeas se le ponen cada vez más difíciles. Por si fuera poco, Hudson-Odoi se rompía el tendón de Aquiles, diciendo adiós a la temporada. El aficionado blue estaba harto del Burnley, que perdió todo el tiempo del mundo durante casi 70 minutos más. Pero el aficionado del Burnley sabía la importancia del punto conseguido en el Bridge. Con tres partidos por disputarse y a nueve puntos de la posición que ostenta el Cardiff, todo lo que sea sumar importa. Y así se celebró al finalizar el encuentro. Sarri fue expulsado, cansado de ver a los jugadores clarets por los suelos en cada choque. Ni un cambio hizo. Pero mientras tanto, Dyche sonreía. El plan había salido a la perfección, certificando matemáticamente la permanencia.
FICHA TÉCNICA
Chelsea: Kepa; Azpilicueta, Christensen, Luiz, Emerson; Jorginho, Kanté (Kovacic, min 46), Loftus-Cheek; Hudson-Odoi (Pedro, min 41), Hazard, Higuaín (Giroud, min 77).
Burnley: Heaton; Lowton, Tarkowski, Mee, Taylor; Cork, Westwood; Hendrick, McNeil; Barnes, Wood.
Goles: Kanté (min 12), Higuaín (min 14) / Hendrick (min 8), Barnes (min 24).
Estadio: Stamford Bridge.
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