Un solitario gol de Ki tras un riguroso penalty le vale a los de Poyet para llevarse los tres puntos a casa y alejar al Everton del liderato.
Llegaban ambos equipos con dinámicas muy diferentes: el Everton con 10 jornadas consecutivas sin conocer la derrota y el Sunderland colista y con la necesidad de ganar para no descolgarse de los puestos que otorgan la salvación.
Comenzó el partido con un absoluto dominio local, pero ese dominio no se transformaba en ocasiones claras, ya que los visitantes planteaban una defensa con las líneas muy juntas y con muchos hombres. En el minuto 24 llegó la jugada que marcó el partido. Durante la salida del balón, un pésimo control de Osman, dejó a Ki sólo ante Howard y el jugador coreano recortó perfectamente al portero local e inmediatamente se dejó caer, penalty y expulsión para el arquero americano. Salió Joel, pero su estirada fue inútil y el propio Ki materializó el penalty. Durante el resto de la primera parte, tan sólo un par de jugadas de Mirallas inquietaron a los visitantes, mientras que Joel tuvo que realizar dos paradas de mucho mérito que hubieran supuesto la sentencia al partido.
Tras el descanso, los de Roberto Martínez salieron con las ideas muy claras, y asediaron la portería defendida por Vito Mannone, que se acabó convirtiendo en el salvador de su equipo, repeliendo todas y cada una de las 16 ocasiones en las que el equipo local tiró entre los tres palos.
Este resultado pone al Everton en quinta posición a cinco puntos del líder, a la espera del partidazo del Etihad Stadium. Para los visitantes, esta victoria no supone abandonar el farolillo rojo, pero les sirve para engancharse al grupo de los que luchan por la permanencia y se coloca a tres puntos del Crystal Palace, que marcha 17º.
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