Sorpresa en el empate (2-2) del Cardiff ante el Manchester United. Los galeses han dado una lección de juego en equipo, frente a las individualidades y la pobre imagen mostrado por el equipo de Moyes.
Moyes y los suyos llegaban al partido como favoritos. En cambio, el Cardiff soñaba con la victoria que se les iba antojar muy complicada. Nada más saltar al campo, el Manchester se hizo con la manija del partido. Pero el Cardiff tuvo la primera ocasión, gracias a un remate de cabeza que acabó en las manos de De Gea sin muchas dificultades. Sin embargo, el primer gol fue para el equipo dirigido por Moyes. Un gran centro de Valencia, propició el gol de Wayne Rooney que definió con mucha serenidad. Con este gol, el delantero inglés se sitúa a 6 goles de Jack Rowley. Tercer goleador de la historia del equipo de Old Trafford.
Después, el Cardiff se ha recompuesto y ha empezado a dominar el juego. En el minuto 30, llegó la merecida recompensa. Un gran pase de Mutch por la espalda de Evans, fue la asistencia perfecta para que Campbell, uno de los hombres del partido, pudiese marcar a placer ante De Gea.
El Manchester United siguió mostrando una actitud pasiva y en ningún momento se mereció más que el Cardiff. Pero a falta de un minuto para el descanso, otra jugada individual propició el segundo gol de los de Moyes. Evra remató a la red un corner sacado por Rooney. Con este segundo gol, el Manchester se fue con ventaja al descanso. Pero demostrando muy poco salvo en jugadas aisladas.
El comienzo de la segunda parte fue trepidante y los de Moyes parecían decididos a sentenciar el partido. En varias ocasiones, con Welbeck como principal protagonista pudieron resolver el encuentro. Pero el Manchester United perdonó y luego lo pagó. El Cardiff dio una lección de orgullo y pundonor. Primero, Campbell avisó con un balón al palo y después Kim instaló la sorpresa en el marcador. El surcoreano puso el empate en el marcador con un gol de cabeza en el descuento. Un garro de agua fría para el Manchester United, pero que se mereció después de un juego conformista y sin ningún criterio ofensivo.
Este empate del Cardiff, supone un soplo de aire fresco para los galeses y los distancia un poco mas de los puestos de descenso. La gran alegría de los aficionados galeses contrasto con la decepción de los de Moyes.
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