Cómoda victoria de los reds (2-0) en un partido sin muchos problemas para los locales con un gran Luis Suárez. La resistencia de los hombres de Bruce duró solamente veinte minutos, hasta que el Liverpool desató la tormenta sobre el arco de McGregor. Marcaron Agger y Suárez de falta directa un auténtico golazo.
Parece que el año comienza en Liverpool totalmente al revés de la manera en la cual terminó. Tras la dolorosa derrota en Stamford Bridge frente al Chelsea, los chicos de Rodgers salieron con las ideas claras y con intención de cambiar una dinámica que si no se corta rápido puede ser perjudicial para las aspiraciones europeas reds. Como gran novedad aparecía Iago Aspas en el once titular y la verdad no puede estar muy contento del trabajo realizado hoy. El de Moaña corría y corría pero la larga lesión que le tuvo fuera del equipo le ha hecho perder un rodaje vital en un equipo donde el puesto no lo tiene asegurado nadie más que Mignolet y Suárez. Hubo compases del partido en los cuales el gallego parecía un niño jugando al lado de gigantes y no el excelente delantero que deleitó a todos durante la pretemporada y los primeros encuentros.
La estrategia de Steve Bruce fue muy clara: presión arriba, marcaje al hombre y secar a Suárez como fuera. El problema de esto es que al cubrir a Suárez, jugadores como Sterling o Coutinho se movían como si estuviesen en su casa, golpeando los costados de unos tigers que dieron la cara hasta que la estrella uruguaya decidió ponerse en serio. Por todas partes aparecía Suárez y solo era parado con faltas. La única sujeción que tenía el Hull fue un gran Huddlestone, que se está ganando a pulso volver al Tottenham. Tanto daño estaba haciendo el 7 de los reds que fue un córner provocado por él quien puso al Liverpool por delante. Saque magistral de, como no, Suárez, que cabeceó dentro el danés Agger. Los tigers bajaron los brazos, como resignados sabiendo que el Liverpool en casa es cuasi invencible. El pitido para el descanso fue la mayor de las satisfacciones para ellos.
La segunda mitad bien podía haber empezado con un 3-0 de no ser por McGregor, que sacaba balones de gol a Sterling y Coutinho constantemente. Y la gente se preguntaba por qué Suárez, con el gran partido que estaba haciendo, no había marcado gol todavía. Cuatro minutos de la segunda parte bastaron para que el charrúa marcase uno de los goles del año. Falta directa con potencia y rosca. Golazo. A Lucho no se le puede dejar este año ni un milímetro, porque está en estado de gracia total. Tras el gol, los de Rodgers buscaron aumentar la diferencia con Coutinho, Suárez y Gerrard, que volvía tras lesión y fue aclamado por un Anfield que está totalmente entregado a su equipo.
El Liverpool comienza ganando, se coloca cuarto y Suárez sigue como en el 2013. Rodgers sonríe. El año nuevo empieza de la mejor manera posible.
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