El sorteo de esta mañana celebrado en Nyon decidió que el conjunto francés dirigido por Laurent Blanc será el rival del City en los cuartos de final de la presente Champions. Los de Pellegrini disputarán, ante un PSG que llega en un mejor momento, su primera eliminatoria en esta ronda tras varias temporadas de decepción en la máxima competición continental.
Tras eliminar a un Dinamo de Kiev que perdió toda esperanza de clasificarse tras el 1-3 en la ida, el City llegaba al sorteo de cuartos de esta mañana con la sensación de ser uno de los equipos menos temidos del bombo. Los citizens, al igual que Barça, Madrid, Atlético, Bayern y PSG, confiaban en que su rival para la siguiente fase de la vigente Champions fuera Benfica o Wolfsburgo, ahora mismo los dos equipos que, a priori, menos oportunidades tienen de estar en las deseadas semifinales. Pero no hubo suerte. Salió el PSG, un equipo que llega mejor por fútbol y por tener ya solucionada su victoria al frente de la tabla en la Ligue 1.
A poco más de dos semanas de que se juegue la ida de esos cuartos de final, resulta bastante obvio pensar que es el equipo parisino el que llega como absoluto favorito a un duelo que enfrentará a dos de los equipos más ricos y económicamente poderosos del panorama mundial. Pero lo cierto es que, pese a disponer de dos potentes plantillas, la dinámica en la que llegarán al choque es muy dispar. Por un lado, destacar que el PSG, reciente campeón de una liga francesa en la que no ha tenido rival, llega en un estado brutal. Su sólida fase de grupos en la que únicamente el Madrid fue capaz de vencerle y ese doble partido posterior frente al Chelsea demuestran que este sí, al fin, puede ser el año de un equipo que, al igual que el City, encadena ya demasiados fracasos europeos. Serios y, hasta ahora, sin problemas en defensa y bien organizados y compensados en el centro del campo con un Verratti que ya hace tiempo que se consolidó en la dirección del juego y con Matuidi y Motta haciéndole el trabajo sucio a la perfección. Todo ello para acabar de darle sentido a un apartado ofensivo que está resultando ser letal. Ibra, pese a su veteranía, está cuajando una de sus mejores temporadas en Europa. Y no está solo. A su lado Di María, Lucas, Cavani o las llegadas desde segunda línea de Rabiot o Pastore dejan aspectos positivos semana tras semana. Un auténtico equipazo, muy trabajado y que, a partir de ahora, podrá centrarse única y exclusivamente en Champions.
Sí, con este rival será difícil que el City pueda pasar, y más viendo el nivel del equipo en una temporada en la que, para variar, los sky blue no logran encontrar la regularidad que deberían plasmar. El partido del pasado fin de semana en Carrow Road, donde Agüero y compañía no pasaron del empate ante un Norwich inferior, acabó de confirmar los problemas de un equipo al que se le ha complicado hasta el hecho de asegurarse una plaza en la próxima edición de la Liga de Campeones. Tras la lesión de Kompany, que podría perderse lo que resta de temporada, al equipo se le acentúan los problemas en defensa. Pero lo malo no queda ahí. Este City no consigue ser profundo con balón, Agüero está poco acompañado cerca de portería rival y todo depende en exceso de que hombres como Silva o Touré aparezcan con alguna genialidad individual. Así es muy difícil convencer.
De todos modos, por fútbol, estamos convencidos de que este duelo de los Petrodólares resultará ser de lo más interesante, y más viendo el nivel de muchos de los jugadores que se verán las caras buscando disputar unas semis de Champions que para ambos serían la recompensa a descomunales inversiones. El tiempo dirá si ese hipotético favoritismo con el que llega el PSG acaba siendo decisivo o si, por el contrario, el City de un Pellegrini que abandonará el equipo a final de temporada hace sonar la campana y elimina a uno de los máximos candidatos a levantar la orejuda en Milán a finales de mayo.
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