Guochan Lai acaba de convertirse en el dueño del WBA. Tras hacerse con el 88% de las acciones de West Bromwich Albion Limited, se convierte en el accionista mayoritario del club inglés. El empresario chino es el último inversor extranjero en llegar a la Premier League, una liga muy atractiva para que los empresarios ricos hagan sus inversiones.
Y es que la mayoría de los clubes ingleses están en manos extranjeras. El campeón de la Premier League la temporada pasada, el Leicester City, esta controlado por el empresario tailandés Vichai Srivaddhanapraba, el dueño de la cadena de duty-free King Power, que a su vez es el patrocinador principal del equipo, tanto en la camiseta como en el nombre del estadio. Equipos históricos del fútbol inglés están manejados por capital extranjero. El Manchester United tiene como máximo accionista (90% del total de acciones) a la familia Glazer, una familia estadounidense dueña de un grupo inversor en negocios inmobiliarios, alimenticios y del petroleo. El Arsenal pertenece a dos inversores extranjeros, en un 66% al norteamericano Stan Kroeke y en un 30% al ruso Alisher Usmanov. Otro historico como el Liverpool también está en manos estadounidenses, más en concreto de Fenway Sports Group, dueños de otros equipos como los Boston Red Sox.
La llegada de capital extranjero ha propiciado la aparición de dos clubes que hasta entonces no eran grandes potencias del fútbol inglés, el Chelsea y el Manchester City. El club londinense es propiedad de Roman Abramovich, un multimillonario ruso dueño de varias empresas relacionadas con el gas y el petroleo, mientras que el club de Manchester es propiedad en un 87% de Mansour Bin Zayen, inversor y jeque de los Emiratos Árabes Unidos y en un 13% de China Media Capital, un holding de empresas públicas de China. El negocio futbolístico de Mansour Bin Zayen no se detiene en el Manchester City, ya que también tiene inversiones en el New York City y en el Melbourne City, a los que ha convertido en una especie de filiales del club inglés.
Uno de los casos más curiosos (o más sangrantes) es el del Watford. Propiedad de la familia Pozzo, está familia también controla el Udinese italiano y el Granada español. Además de poseer estos tres clubes, la familia Pozzo controla los derechos sobre muchos jugadores a lo largo del mundo, los cede a cualquiera de estos tres equipos y luego espera la oportunidad para poder venderlos y sacar beneficios de esta venta. Así jugadores como Success o Peñaranda han pasado de uno a otro equipo sin ningún problema.
Otros equipos de la Premier League también están controlados por capital extranjero. El Sunderland por el norteamericano Ellis Short y el Southampton por la suiza Katharina Liebherr. También otros equipos ingleses tiene accionariado extranjero aunque no tengan el control total de las acciones, como el AFC Borunemouth, con un 25% de acciones de Peak 6 Investiment (EEUU) y otro 25% del ruso Maxim Denim. El Everton es propiedad en un 49% de Farhad Moshiri (empresario iraní), el Swansea es propiedad en un 20% de Brian Katzen (empresario sudafricano), y el Crystal Palace en un 36% de dos empresarios norteamericanos.
Todas estas compras de equipos de Premier League llevan consigo muchas críticas entre aficionados de sus respectivos equipos. Por ejemplo los aficionados del Manchester United llegaron a crear el United of Manchester, un club paralelo formado por accionariado popular, que tras varios ascensos está compitiendo en National League North, y el año pasado construyeron Broadhurst Park, su propio estadio. Otro ejemplo es el Aston Villa, que con un accionariado americano hasta final de la temporada pasada (sustituido por un empresario chino tras la compra del paquete de acciones de Tom Fox) levantó las protestas entre sus aficionados tras la mala gestión deportiva que ha llevado al club a la Championship después de protagonizar una temporada esperpéntica.
No se sabe como finalizarán estos negocios, algunos han sido ejemplos de gestión futbolística, otros han conseguido títulos a cambio de inversiones multimillonarias (títulos que sin duda no hubieran llegado con la facilidad con la que se han conseguido si no hubiera sido por estos magantes extranjeros) y otros han sido ejemplos desastrosos de como no gestionar un club. Lo que no hay ninguna duda es que estas compras suponen una descapitalización local, con todo el riesgo que ello supone.
Twitter: @ProyectoPremier @AndresZV
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