Demasiado Handanovic para el Chelsea

La brillante actuación del portero (1-1) truncó las esperanzas de un Chelsea que fue de menos a más durante el encuentro. El Maribor demostró no ser una comparsa y desterró los fantasmas tras encajar hace dos semanas un contundente 6-0 en Stamford Bridge. Un golazo de Ibrahimi adelantó a los eslovenos. Matic empató y Hazard falló un penalti en el 85'.

 

"Remember, remember, the 5th of November". Eso es lo que pensarán tanto los jugadores del Maribor como los de Chelsea tras el partido de hoy. El Maribor se levantó contra el todopoderoso equipo londinense cual masa oprimida (la frase del comienzo es de la película "V de Vendetta", altamente recomendable) y lo puso contra las cuerdas en más de una ocasión. Y eso que el partido comenzó de manera fulgurante para los de Mourinho, que mantuvieron en su jaula a los locales durante bastante tiempo en la primera mitad. Pero poco a poco los eslovenos se fueron sublevando. Tavares, Sallalich y sobretodo Ibrahimi pisaban el acelerador en cada contra que tiraban los pupilos de Simundza. Várias veces estuvieron a punto de adelantarse en el marcador, particularmente porque durante los últimos minutos de la prima parte la defensa blue hizo aguas. Pero no nos podemos olvidar del protagonista de la noche, Jasmin Handanovic, primo de Samir Handanovic, portero del Inter de Milán. Una de sus paradas más destacadas de la noche fue tras un gran tiro de Drogba, que atajó bien abajo con una mano el meta.

La segunda parte comenzó y Mourinho no esperó. Introdujo dos cambios, Oscar y Diego Costa, por los desaparecidos en combate Willian y Schürrle, especialmente fallón este último. Las sensaciones eran distintas, con el Maribor volcado al ataque y con el Chelsea demasiado fallón en los pases. Tanto es así que de hecho fue bastante dificil darse cuenta de que Cesc Fábregas estaba en el campo. Y en el minuto 50, Ibrahimi hizo saltar por los aires el estadio Ljudski. El macedonio recogió un balón despejado por la defensa tras una internada de Viler y con suavidad y clase a partes iguales la clavó en la escuadra de Cech ante una defensa demasiado permisiva de Filipe Luis, que no hizo ni el esfuerzo de taponar el disparo. Mourinho lo señaló y tras la celebración por todo lo alto del equipo local, lo cambió por Ramires, que pasó al lateral derecho, cambiando la posición con Ivanovic.

La entrada de Ramires y del resto de cambios activó al Chelsea, que buscó con más ahínco el gol del empate. Y hasta el gol en el minuto 73, Handanovic siguió luciéndose, sacando balones de todos los colores a los atacantes de Londres. Pero el gol llegó. Córner servido por Fábregas, Terry cabecea hacia atrás continuando jugada y Matic, al segundo palo y libre de marca, empuja a placer. No fue celebrado porque el resultado seguía siendo muy pobre para los blues. Y aquí aparece Hazard. El mago belga se sacó de la chistera todo tipo de regates magistrales, que volvieron loca a la defensa eslovena, provocando 2 tarjetas y forzando un penalti inocente de Viler en el minuto 85. Y como no, Handanovic volvía a parar. Mourinho se desesperaba en la banda y poco a poco el partido fue muriendo, con el meta local erigiéndose como héroe y dejando el grupo G muy muy abierto.

 

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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