El Chelsea entra en Wembley por la puerta grande

Espectacular partido (1-0) entre dos equipos que no se dejaron absolutamente nada. Entre idas y venidas, los porteros tuvieron su día aunque no fue hasta la prórroga cuando Ivanovic conectó un potente cabezazo a la red de Mignolet. Sin duda los aficionados del Liverpool estarán descontentos por el resultado, aunque no por el tremendo esfuerzo de los suyos

 

Colosal. Con este adjetivo se podría definir sin duda el mejor partido de toda la temporada dentro del fútbol inglés. El derroche físico de ambos conjuntos fue admirable, luchando cada balón desde el minuto 1 como si fuese el último. El Chelsea partía con ventaja tras el empate en Anfield y para todos aquellos que se pensasen que iba a poner el autobus hoy no han podido estar más equivocados. Empezando por el plantemiento del conjunto de Rodgers que, con Sterling como punta de lanza, buscaba constantemente la espalda de Terry y de Zouma, hoy titular. Tal era el rítmo del encuentro, que poco tardó en encontrarse de frente Diego Costa con Emre Can, protagonizando una tangana de la cual hasta el propio Mourinho fue participe. El pisotón del hispano-brasileño podía haber significado la roja y todo indica que la FA entrará de oficio y sancionará al 19 blue. Tras el encontronazo, apareció Courtois para salvar a su equipo, como ya hiciese en la ida, parando dos remates de Sterling y Coutinho, aunque de no ser por la ayuda de Zouma, quién sabe en que podrían haber terminado. Poco después, en el minuto 22, Diego Costa era derribado con contundencia por su némesis, Martin Skrtel, dentro del área. El penalti era claro y a pesar de que el árbitro estaba a escasos metros, no hubo lanzamiento desde el punto fatídico. Esto enfureció a la grada del Bridge, que veía como el colegiado, el señor Martin Oliver, hacía caso omiso de la protesta de Mourinho. Los mediapuntas de ambos conjuntos, Coutinho y Hazard, ambos escorados, comenzaban a hacer de las suyas y fue milagroso que ninguna terminase en gol.

Con el comienzo de la segunda mitad, los equipos salieron a morder, a meter ese gol que clasificaba para la finalísima de Wembley, ya que en Capital One, los goles fuera de casa solo valen en la prórroga. Comenzó mal para los locales, ya que tras un duro encontronazo con Terry, Fábregas abandonaba el terreno. Poco después se daría otra tangana, entre Costa y Skrtel, tras otro pisotón del 19 sobre el defensa. Ambos estuvieron todo el partido golpeándose sin parar aunque ya no es noticia. En estas, apareció Hazard como un diablo y tras dejar atrás a cuatro defensas, disparó fuera por poco.Mucha presencia tuvo también Coutinho, que hizo esmerarse al máximo a Courtois, rozando el gol y también Alberto Moreno, ambas detenidas por el belga. Sakho caía lesionado también y minutos después, en el 66, el árbitro perdonaba la segunda amarilla a Henderson tras una mano estrepitosa. El cabreo del técnico portugués era monumental y no era para menos. Ni el propio Jordan se lo creía.

El Chelsea redobló los esfuerzos, asediando el área de Mignolet que minutos antes le había sacado una a Diego Costa con el pie in extremis, sin duda una de las acciones del partido. Sin el premio, ambos equipos llegaron a la prórroga muy cansados y fue al inicio de esta cuando Ivanovic, aprovechando un servicio magistral de Willian, dejaba atras a Balotelli y marcaba con un inapelable testarazo que hacía enloquecer a la afición blue en el minuto 93. El gol fue un mazazo para los de Rodgers, que poco después, en el 99, Sterling le serviría a Henderson un centro exquisito que el centrocampista, por ajustar demasiado, la echó fuera por poco. Los aficionados desplazados del Liverpool cantaron un gol que parecía. 

Tras el descanso del tiempo extra, ambos equipos ya no tuvieron mucho más que ofrecer, aunque el espectáculo que habían ofrecido en durante 115 minutos había sido increíble. El Chelsea se desquita de la derrota contra el Bradford entrando en Wembley con sangre, sudor y lágrimas. El Liverpool lo intentó y mucho. Ganó el equipo de Mourinho, pero el verdadero ganador fue el fúbol.

 

Chelsea: Courtois; Ivanovic, Zouma, Terry (c), Filipe Luis (Azpilicueta min 78); Matic, Fabregas (Ramires min 50); Willian (Drogba 119), Oscar, Hazard; Diego Costa

Liverpool: Mignolet, Can, Skrtel, Sakho (Johnson min 57), Lucas, Henderson, Moreno (Lambert min 106), Markovic (Balotelli min 70), Gerrard, Coutinho, Sterling

Goles: Ivanovic (min 93)

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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