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El Chelsea sacude el liderato

El Chelsea doblegó al Arsenal en el Emirates y se llevó un derbi londinense marcado por la expulsión de Mertesacker en el primer tiempo. Los 'blues' fueron merecedores de los tres puntos merced a una mejorada versión y al solitario tanto de un Diego Costa que ha visto puerta en todos los partidos que ha dirigido Gus Hiddink como técnico de los de The Bridge. El Arsenal pierde así el liderato en detrimento del sorprendente Leicester.

Los derbis siempre son especiales. Son esas contiendas en las que no importa el estadoarrow de formaarrow de los equipos que se enfrentan porque la guerra (en el buen sentido deportivo de la palabra) está garantizada. A menos relajaciones todavía invitaba un Chelsea que, pese a su lastimoso estadoarrow de forma, simplemente por nombrearrow exige mantenerse al loro. Y eso que Hazard comenzó el partidoarrow en el banquillo, igual que Alexis Sánchez. Las balas de tortura de Wenger y Hiddink estaban de momento aparcadas en la recámara. 

CostaaaY dicho y hecho porque el Chelsea encontró la inspiración en el momento que el guión reclama dar un golpe sobre la mesa. La presión poco incisiva del Arsenal era una diáfana y resplandeciente luz verde en forma de reivindicación de los 'blues'. Los de Wenger se llevaron un primer susto de Willian y posteriormente recibieron un segundo que les dejó sin aliento. Mertesacker tuvo que marcharse a la ducha al arrollar a Diego Costa cuando el hispano brasileño enfilaba la portería de Cech . Todo un poema era el rostro del alemán y el de un Giroud que tuvo que dejar su lugar a Gabrielarrow paraarrow recomponer la línea defensiva. 

Paraarrowmayor desgracia para el Arsenal, el propio Diego Costa abrió el marcador en el ecuador del primer acto acudiendo al primer palo y materializando un envío de Ivanovic. Recompensa merecida para el 19 de los azules, que estaba firmando muy buenos minutos sembrando el caos en la zaga 'gunner'. Seis de seis con Gus Hiddink. El Chelsea se gustaba y comenzaba a disfrutar de sus mejores momentos del campeonato. Inmerso en una temporada tremendamente gris, necesitaba llevarse una alegría al paladar y saborearla.

Lejos de imponer su condición de líder, el Arsenal era un juguete roto en manos de sus vecinos. El césped del Emirates no era ni mucho menos desconocido para un Fabregas lleno de motivación y en su versión más 'playmaker'. Cech evitó un desconsuelo mayor desbaratando un nuevoarrow ataque de Costa y a Monreal le tocó hacer lo propio bajo palos con un cabezazo de Ivanovic. El Arsenal necesitaba una tregua.

Wenger desefundó y ante el gris panorama decidió dar entrada a Alexis. Con el chileno al estrado, se respira la sensación de que algo puedearrow suceder. Volvió con ganas y decidido a echarse el equipo a la espalda. El Chelsea comenzó a pecar de conformista y brotaban los problemas defensivos capiteaneados por un Courtois que protagonizó dos salidas en falso. Algo inhabitual en el formidable guardameta belga que a punto estuvo de dar un disgusto a los suyos.

Lo intentó con más corazón que cabeza, como manda el dicho, el Arsenal sin el golpe de suerte que los grandes también demandan. Tener un hombre menos se nota y si te enfrentas al Chelsea, aunque estéarrow cogido con alfileres, más todavía. La dentellada definitiva de los 'blues' no llegó pero tampoco la reacción de un Arsenal que no tuvo su tarde y que perdió el liderato a costa del Leicester. De nuevo, los 'gunners' vuelven a ofrecer síntomas de perder fuelle cuando alcanzan la cúspide.

 

Ficha técnica:

Arsenal: Cech, Bellerin, Koscielny, Mertesacker, Monreal, Flamini, Ramsey, Campbell (Alexis Sánchez 56'), Ozil, Walcott (Oxlade-Chamberlain 73'), Giroud (Gabriel 21').

Chelseaarrow Courtois; Ivanovic, Zouma, Terry, Azpilicueta; Mikel, Matic; Willian, Fabregas, Oscar (Hazard 76'); Diego Costa (Remy 68').

 

Goles: 0-1 min.22 Diego Costa.

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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