El dinero no lo es todo

Dicen que el dinero no da la felicidad. El Manchester United es buena prueba de ello. El equipo más rico de la Premier ha sido incapaz de superar la fase de grupos de la Champions. Fracaso de Louis Van Gaal y los suyos en su regreso a la máxima competición continental. Los titubeos y la irregularidad han terminado con los red devils terceros de grupo, condenados a conformarse con jugar la Europa League. 

Y eso que la noche no empezó nada mal para el United. El Wolfsburgo tuvo la primera gran oportunidad en el césped del Volkswagen Arena. Después de un balón colgado y peinado por Kruse, Schürrle, totalmente solo delante de De Gea, envió la pelota a la grada. Los alemanes avisaron muy pronto de sus intenciones. Sin embargo, los de Dieter Hecking encajaron primero. A los diez minutos, una fenomenal asistencia de Mata dejó a Martial en el mano a mano con Benaglio. El delantero francés no perdonó. Su definición puso a los de Manchester un poco más cerca de octavos.

Poco duró la alegría en casa del, ¿pobre? Tres minutos después del zarpazo de Martial, Naldo empató con una magnífica volea a la salida de una falta. Remate espectacular del central brasileño, que batía a De Gea y volvía a empezar la contienda. Cabe recordar que el Manchester United llegaba a esta última jornada por detrás del Wolfsburgo, pero dependiendo de sí mismo. Si ganaba, pasaba. Si empataba, tendría que esperar que el PSV no ganase su encuentro al CSKA de Moscú. 

En pocas palabras, a los de Van Gaal les valía hacer lo mismo que el PSV para seguir adelante. A la media hora, el técnico holandés ya parecía encomendarse a esta opción. Jugada colectiva entre Schürrle y Draxler, que destrozaron a la zaga roja entre paredes, que culminó Vieirinha. El portugués finalizó tras asistencia atrás del delantero alemán, ex del Chelsea.

La primera parte estaba siendo una pesadilla. Las combinaciones del Wolfsburgo entre líneas rompían por completo al desdibujado United. De Gea salvó el tercero antes del descanso, a disparo de Draxler, y Darmian se lesionó, porque a perro flaco son todo pulgas. Por él entró Borthwick-Jackson. El choque tuvo de todo: emoción, goles, carambolas y polémica. Así se llegó al descanso. El colegiado anuló a los ingleses un tanto por fuera de juego de Mata. El gol había sido de Lingard. Protestaron los visitantes, pero el serbio Mirolad Mazic no dio por buena la diana.

En la segunda parte, los red devils lo intentaron con más corazón que cabeza y, una vez más, confiaron en la inspiración de De Gea para mantenerse con vida. El guardameta español sostuvo al United con tres paradas magistrales que evitaron la sentencia del Wolfsburgo. Aun así, la suerte parecía tener acento británico. El CSKA se adelantaba en Holanda y hacía buena la derrota del Manchester.

Ahí empezó el subidón. La recta final fue para nostálgicos del fútbol de radio y transistores. Empató el PSV, que volvía a obligar al United a marcar. Y a Guilavogui parecen irle las emociones fuertes. El centrocampista francés marcó en propia puerta y regalaba a Van Gaal un pase para octavos de final. Pero a los dos minutos, volvió a convertir el Wolfburgo. Otra vez por medio de Naldo.

Al 3-2 en Wolfsburgo se le unió el segundo tanto del PSV en Holanda. La clasificación ya era un milagro. El Manchester United necesitaba dos goles en el tiempo de descuento, y ni siquiera los millones pueden asegurar tal fortuna. Batacazo tremendo de un histórico, tres veces campeón de Europa, incapaz de pegar de nuevo el salto al primer escaparate europeo. La Europa League, cruda realidad para un equipo preocupantemente abocado a la decepción.

Wolfsburgo: Benaglio; Träsch, Naldo, Dante, Ricardo Rodríguez (Schäfer 16'); Guilavogui, Arnold; Vieirinha (Klose 78'), Kruse, Draxler (Caligiuri 85'); Schürrle.

Manchester United: De Gea; Varela, Smalling, Blind, Darmian (Borthwick-Jackson 43'); Schweinsteiger (Carrick 69'), Fellaini; Lingard, Mata (Powell 69'), Memphis Depay; Martial.

Goles: 0-1, 10': Martial. 1-1, 13': Naldo. 2-1, 29': Vieirinha. 2-2, 82': Guilavogui (p.p). 3-2, 84': Naldo.

Árbitro: Milorad Razic. Amonestaciones a Schürrle y Naldo por el Wolfsburgo; a Darmian y Varela por el Manchester United.

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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