El equipo de Roberto Martínez jugó un gran partido ante un Stoke City que no apareció en todo el partido y que no supo reaccionar al gol de Deulofeu al final de la primera parte.
El inicio del partido fue una buena muestra de lo que fue la primera parte. El Everton llevando la iniciativa e incomodando a Begovic, pero sin mucho acierto. Un disparo de falta directa de Deulofeu, que fue el mejor jugador del partido en su debut como titular en Premier League, en el tercer minuto ya auguraba lo que iba a suceder. Las ocasiones por parte del Everton se sucedían y el Stoke sólo era capaz de mandar balones largos a Crouch, que estuvo muy bien sujetado todo el partido, hasta que una buena triangulación entre Deulofeu, Pienaar y Barry acabó con gol del internacional sub 21 español en el minuto 44.
En el inicio de la segunda parte el Everton salió en tromba y en el minuto 49 llegó el 2-0 de la mano de Coleman, que remató muy bien una dejada hacia atrás desde la izquierda de Deulofeu. Tras recibir el segundo gol, el Stoke, cuya estrategia principal era la de no recibir goles, avanzó líneas y dejó mucho espacio para los contragolpes que, con la velocidad del 10 del Everton, se hacían muy peligrosos. A la salida de un saque de esquina sacado hacia atrás por Deulofeu llegó el tercero, anotado por Oviedo, que suplía al lesionado Baines, con un gran zapatazo desde la frontal. A partir de ahí el Stoke bajó los brazos y sólo Begovic evitó una goleada escandalosa. A falta de 10 minutos para la conclusión del encuentro, Oviedo, tras una maravillosa jugada de todo el equipo, puso un balón perfecto que Lukaku sólo tuvo que empujar al fondo de las mallas para poner el 4-0 final.
En conclusión, gran victoria del Everton que le permite colocarse momentáneamente en la zona Champions y seguir aspirando a cumplir el objetivo de obtener una plaza europea y dura derrota para el Stoke, que se coloca a 3 puntos del descenso y que tendrá que seguir luchando para alejarse de los puestos de abajo.
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