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El Hull remonta y se lleva los tres puntos en St’ James Park

Partidazo el vivido esta tarde en Newcastle con remontada incluida. Las urracas se dejaron remontar dos veces el partido ante un inmenso Hull que venció por 2-3

Nadie hacía presagiar lo que acontecería esta tarde soleada en St’James Park. Las urracas querían seguir por la senda del buen trabajo y mantenerse en la pugna por los puestos europeos, para ello decidió dar salida al equipo que funcionó muy bien en lo que llevamos de temporada con el holandés Krul en portería, los zagueros Coloccini, Mbia, Debuchi y Santon. Centro del campo con Anita, Cissoko, Cabaye, Ben Arfa, Remy y Cisse en punta. El Hull partía con sistema 4-3-3 comenzando Mcgregor, Chester, Davies, Elmohamady y Figueroa. Brady, Livermore, Huddlestone para el centro del campo y Koren, Aluko y Graham como hombres más ofensivos. Newcastle

El Newcastle comenzó los primeros minutos dominando mientras el Hull esperaba en su área las posibles contras. Aprovechando el estado de gracia de Ben Arfa y con un infatigable Remy, los locales lanzaron todos sus ataques por medio de estos dos extremos. Hasta el minuto 10 no lograron acercarse los visitantes a la portería de Krul por medio de Aluko. Un minuto después de esta acción llegó lo evidente y tras una internada inmensa de Cissokó, Cissé cedió a Remy para que picara de cabeza el balón ante Mcgregor que no pudo hacer nada.

A partir de este momento el Newcastle se relajó de forma proporcional al despertar de los visitantes. Poco a poco los tigres comenzaron a pisar área contraria con facilidad y reclamaron un posible penalti por agarrón de Coloccini a Graham en el área. Las urracas lejos de inquietarse siguieron esperando al Hull en su zona ante el tremendo cabreo de Krul que no paraba de gritar para tratar de desperezar a sus defensas. En una de estas “siestas” con Debuchy como protagonista, se quedó solo Brady en la en la banda izquierda y se plantó ante Krul al que fusiló por debajo de las piernas.

Se volvieron a equilibrar las fuerzas tanto en juego como en resultado y comenzó el toma y daca entre ambos conjuntos con sensación de peligro por ambas partes pero sin llegar a materializar claras ocasiones. Cuando este “pacto” no hablado iba camino de los vestuarios, volvió a emerger la figura de Remy que aprovechó una serie de rechaces en el área grande para mandar un disparo cruzado imposible para Mcgregor. Mazazo de nuevo para el Hull que no se merecía antes del descanso.

La segunda comenzó sin cambios en las alineaciones y con un ritmo vertiginoso. Apenas transcurriría un minuto del pitido inicial cuando una falta botada en el centro del campo por Brady llegó a Elmohamady, que totalmente libre de marca remató a placer poniendo el merecido 2-2 y dando una vida espectacular al encuentro. Los de Alan Pardew no podían creérselo.

El encuentro siguió aparentemente tranquilo y sin apenas ocasiones claras para ambos conjuntos que no conseguían hacerse con el dominio del encuentro. En el minuto 62’ Pardew decidió meter pólvora en el encuentro retirando a Cabaye, que se fue entre pitos y aplausos por su escasez goleadora y entrando en su lugar Gouffran. Steve Bruce dio paso al escocés Boyd por el irlandés Quinn para dar frescura a la banda.

Los arreones locales se comenzaron a hacer evidentes pero el Hull seguía manteniendo una sobriedad defensiva magistral bien trazada por Steve Bruce. La sorpresa llegó en el minuto 76’. El recién entrado Boyd puso un centro por esa banda necesitada de frescura y que recogió en la frontal del área transformando el pase en una espectacular volea que colocó Aluko en la escuadra de Krul. Los aficionados que acompañaron al Hull explotaban de alegría ante la incredulidad local.

Alan Pardew introdujo a Marveaux y Tiote para hacer lo imposible y retomar el partido al final. Fue el mejor hombre del Newcastle, Remy, quien en el minuto 91’ tuvo la mejor ocasión para enmendar los errores. Sólo ante McGregor remató fuera el francés. Se lamentaba el extremo y respiraban los tigres que tenían que aguantar cuatro minutos más. La agonía terminó con varias tarjetas sacadas ante unos jugadores del Newcastle que no terminaban de creerse cómo se habían dejado remontar el partido.

Un 10 para el Hull que sale de la zona peligrosa de la tabla e inesperado golpe para el Newcastle que marcaban como victoria este partido en el calendario.

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