El Liverpool no pasó del empate ante el Napoli (1-1) y deberá esperar al partido ante el Salzburgo para confirmar el liderato de grupo y su consiguiente clasificación para octavos. Mertens abrió la lata en la primera mitad y Lovren igualó en un partido de escasa pegada por parte de los 'reds'. Fabinho se retiró lesionado a los 20 minutos.
Tal y como sucediera en la pasada edición, el Liverpool deja todo en el aire para la última jornada. Su rival sabe lo que es ponerle las cosas difíciles y no quiso ser menos esta vez. Con ambos jugándose el billete a octavos de final y la posible relegación del torneo, ni Liverpool ni Napoli se buscaron las cosquillas en exceso. Los 'reds' dieron el visto bueno a jugar su última baza en Salzburgo. La pólvora hoy estaba mojada.
Si este Liverpool es un equipo reconocido y abonado a las emociones fuertes, el Napoli pareció (por instantes) saber aplicarle el antídoto. Fabinho fue el primer damnificado por lesión y el triste precedente al gol de Dries Mertens en el ecuador del primer acto. Allan encontró en largo a su compañero para que el belga, con una autopista a la espalda de la defensa, cruzara raso ante Alisson con la incertidumbre prácticamente protocolaria del VAR. No se las prometería felices el Liverpool en esta ocasión.
El Napoli estaba logrando que no se jugara demasiado enfriando por consiguiente el frenetismo que acompaña la hinchada 'red' a sus jugadores. No había por donde descoser el entramado azul de los de Carlo Ancelotti, que de atarse los machos en las duras sabe un rato. Entre tanto atasco, Roberto Firmino deleitó con un par de detalles en forma de taconazo para dejar a Anfield con algo que llevarse a la boca en la primera mitad. El balance ofensivo de los de Klopp era muy pobre para lo que nos tiene acostumbrados. Su enfado era tal que incluso fue amonestado el técnico germano.
La puesta en escena proseguía aunque el Liverpool comenzaba a encontrar resquicios en el muro napolitano. Cobijarse atrás demasiados minutos terminó castigando a un Napoli que incluso se vio obligado a desbaratar bajo palos ocasiones locales. Que le pregunten si no a Koulibaly, que tuvo que taparle las vergüenzas a Meret tras una salida desastrosa. Ni uno ni otro pudieron evitar posteriormente el empate de Lovren, que cabeceó a la red quitándose de encima a Mertens coqueteando con una posible infracción. Sin prosperar tampoco las protestas de los italianos.
Pese a la ebullición de Anfield, el Napoli logró templar los ánimos del Liverpool y darse un respiro. Conscientes ambos de que haciendo bien su trabajo la última jornada queda todo el 'pescao' vendido, ingleses e italianos pactaron en silencio no hacer más sangre. Esos códigos no escritos que a la larga pueden dibujar gestos de satisfacción o acabar en estrépito para uno de los dos. De lo segundo quiere encargarse el Salzburgo, el invitado menos esperado para las rondas eliminatorias pero que se encuentra con la opción de depender de sí mismo para la machada. Para ello tienen al máximo artillero de esta Champions, un tal Erling Haaland. El que avisa no es traidor.
Ficha técnica:
Liverpool: Alisson; Gomez (Oxlade-Chamberlain 57'), Lovren, Van Dijk, Robertson; Fabinho (Wijnaldum 19'), Milner (Alexander-Arnold 78'), Henderson; Mané, Salah y Firmino.
Napoli: Meret; Maksimovic, Manolas, Koulibaly, Mario Rui; Di Lorenzo, Allan, Zielinski (Younes 85'), Fabián; Mertens (Elmas 80') y Lozano (Llorente 71').
Goles: 0-1 min.21 Mertens; 1-1 min.65 Lovren.
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