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El Manchester United ganó al Tottenham en Old Trafford tres temporadas después

El Manchester United no dio opción al Tottenham, que había conseguido vencer en sus dos últimas visitas en Old Trafford. Precisamente, habían sido las únicas victorias del conjunto londinense en el teatro de los sueños desde el comienzo de la Premier League en la 1992-1993

CAKOf-FUkAAC1OC.jpg largeA la tercera llegó la vencida y el Manchester United consiguió derrotar al Tottenham en Old Trafford. Los Spurs le tenían cogida la medida a los red devils en las últimas dos campañas en sus visitas al teatro de los sueños, pues habían conseguido llevarse los tres puntos. El duelo directo por una de las plazas de Champions League se decantó del lado local. Así, los de Louis Van Gaal aumentan su rentan con el equipo que dirige Pochettino en seis puntos.

Los goles de Fellaini, Carrick y Rooney en el primer tiempo decidieron un partido que parecía, a priori, que iba a ser más complicado para el Manchester United. Sobre todo, teniendo en cuenta anteriores precedentes entre ambos conjuntos en Old Trafford. La última vez que los red devils consiguieron los tres puntos ante los Spurs en su estadio fue en la segunda jornada de la temporada 2011-2012. Curiosamente, en aquel encuentro el Manchester United también venció por 3-0, con goles de Welbeck, Anderson y Rooney.

Se trataba de la quinta derrota consecutiva del Tottenham en Old Trafford, donde nunca había conseguido ganar desde el inicio de la Premier League, en la temporada 1992-1993. Sin embargo, la suerte del conjunto londinense en sus visitas al Manchester United cambió en la temporada 2012-2013. En la sexta jornada de competición, los Spurs consiguieron doblegar por 2-3 a los red devils, venciendo por primera vez en su feudo.

De la mano del portugués Villas-Boas, el Tottenham consiguió su primera victoria en Old Trafford, tras haber acumulado 19 visitas sin conseguirlo. El partido comenzó de cara para los intereses visitantes, gracias a un tempranero gol de Vertonghen. Rebasada la media hora de partido, Gareth Bale logró batir a Lindegaard, para poner el 0-2 en el marcador. Tras la reanudación, se registró un inicio intenso, en el que los dos equipos marcaron tres goles en los primeros ocho minutos de juego. Así, en el minuto 51, Nani recortó distancias para los red devils. Acto seguido, Dempsey anotaba para el Tottenham, poniendo el 1-3 en el marcador. En el minuto 53, Kagawa anotó el gol que cerró el marcador.

En aquel encuentro, primera derrota del Manchester United en Old Trafford contra el Tottenham en la Premier League, Alex Ferguson alineó a Lindegaard, Rafael, Evans, Ferdinand, Evra, Giggs, Nani, Carrick, Scholes, Kagawa y van Persie. Por su parte, Villas-Boas puso sobre el terreno de juego a Friedel, Vertonghen, Caulker, Walker, Gallas, Bale, Sandro, Lennon, Defoe, Dembele y Dempsey.

El Tottenham volvió a sumar los tres puntos en su visita a Old Trafford de la temporada pasada. El duelo, correspondiente a la vigésima jornada de competición, finalizó con victoria de los Spurs por 1-2. Esta vez, con dos entrenadores distintos a los de la primera victoria londinense en el feudo de los red devils. En el banquillo local se sentó David Moyes, mientras que en el visitante hizo lo propio Tim Sherwood.

Al descanso se llegó con el Tottenham por delante en el marcador, gracias a un gol de Adebayor. El togolés consiguió batir a De Gea en el minuto 34 de partido. En el minuto 66, los Spurs volvieron a golpear. Esta vez, con gol de Eriksen. Acto seguido, el Manchester United contestó, con un gol de Welbeck. El marcador no se movió más y los Spurs consiguieron su segunda victoria consecutiva en Old Trafford.

David Moyes alineó a De Gea, Evans, Vidic, Smalling, Evra, Januzaj, Valencia, Cleverley, Carrick, Welbeck y Rooney. En el lado contrario, Tim Sherwood presentó sobre el terreno de juego a Lloris, Chiriches, Dawson, Walker, Eriksen, Capoue, Lennon, Rose, Adebayor, Dembele y Soldado.

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Antonio Portillo

El fútbol inglés, desde su génesis, exhibe propiedades que lo hacen único y seductor. De generación en generación se transfieren valores que enamoran desde la esencia misma del juego: la pasión. Como un orfebre que labra metales, la cultura futbolera inglesa enlazó hitos preciosos a lo largo de su historia.

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