Dyer y Shilvey, uno de los centrocampistas más prometedores de la Premier, frenan a un Newcastle (3 - 0) qué venía a este partido con cuatro victorias consecutivas
El Swansea se enfrentaba a uno de los equipos más en forma de la Premier League: el Newcastle. El equipo de Alan Pardew llegaba al Liberty Stadium con cuatro victorias consecutivas, dos de ellas ante equipos tan importantes como el Chelsea y el Tottenham. Los locales, típico de Laudrup, empezaron mandando en posesión aunque sin profundidad, una carencia que ya demostraron en su derrota ante el Manchester City. El Newcastle se sentía cómodo, no tenía la pelota, pero sí el peligro a la contra con Remy y Ameobi.
Michu y Boni Wilfried, lesionados, no entraron en la convocatoria, por lo que el español Álvaro Vázquez asumió el poder ofensivo hasta que se lesionó en el minuto 30 de partido. La ausencia de "nueves" en los galeses ha hecho que se especule con la posible cesión de Morata (Real Madrid), por el que también han preguntado otros equipos ingleses. Pero fue Dyer, el sustituto de Álvaro, quién adelantó a los galeses antes del descanso, un premio a un equipo falto de fluidez pero con un estilo futbolístico digno de admirar: 1 a 0.
El gol reforzó la moral de los locales. De hecho, estuvieron apunto de poner tierra de por medio con dos ocasiones del propio Dyer y de Shilvey, un centrocampista de 21 años con un futuro muy prometedor a nivel de club y selección. El Newcastle, que contaba con decenas de aficionados en las gradas en un viaje de 600 km, pidió un penalti por mano que Howard Webb no pitó. Pero sufrieron de su propia medicina y, después de una gran jugada de Pozuelo a la contra, Shilvey, con la ayuda de Debuchy, sentenció el partido 2 -0. El ex jugador del Liverpool fichó por el Swansea el pasado verano por 6.000.000 millones de libras y en las últimas jornadas ha doblado su valor, más si cabe con el tercer gol del encuentro desde fuera del área 3 - 0 que clavó por la escuadra. Goleada para la tranquilidad de Laudrup y sin delanteros. Pero con un enorme Shilvey.
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