El gol de Mason fue suficiente para que el Tottenham sumara los tres puntos (0-1). El Sunderland tuvo las mejores ocasiones viendo como el balón se estrellaba en la madera hasta en dos ocasiones. El arreón final de los Spurs fue suficiente para superar a los locales que fueron de más a menos según iban pasando los minutos
Las cámaras del Stadium of Ligth tenían tres jugadores claves a los que no les sacaban el ojo de encima durante los minutos de calentamient. Primero Harry Kane, el punta del Tottenham que no está viendo portería con su club pero que ha anotado dos tantos con la selección en dos partidos. El segundo era Son, jugador también de los Spurs que debutaba en el once titular de Pochettino, el surcoreano es uno de los fichajes que ha hecho el club de Londres y está llamado a ser un hombre clave. Por último, Borini era el hombre más seguido, segundo debut con el Sunderland, esta vez ya como jugador en propiedad del club.
Por todo esto se presagiaba un gran partido, un choque de trenes. La primera parte mostró un partido muy abierto con dos estilos completamente diferentes, el Tottenham como no podía ser de otra forma propuso un juego combinativo dominando desde el principio la posesión del balón mientras que los locales tenían claro su juego, una buena defensa y salidas rápidas en busca de de dar balones con ventaja para Borini y Defoe. En estos primeros minutos funcionó mejor el juego directo, ya que los Spurs apenas crearon ocasiones, siempre con tiros lejanos, mientras que el Sunderland con el juego directo tuvo las dos más claras del partido, ambas con el mismo protagonista, Defoe. La primera y más clara, fue un gran pase en profundidad de Lens para el delantero inglés que con ventaja, disparó cruzado sobre Lloris pero el balón se estrelló en la madera. La otra ocasión fue muy similar, de nuevo un pase en profundidad para Defoe, que controló se giró y consiguió disparar, pero el disparo salió blando y centrado, sin apenas problemas para el meta visitante.
La segunda mitad comenzó con un guión similar al de la primera. El Tottenham ponía sobre la mesa un juego de posesión pero faltaba profundidad y la fortaleza defensiva del Sunderland era suficiente para aguantar y anular a los hombres de arriba. Mientras que el Sunderland ponía en aprietos a la defensa visitante en cada contra, la velocidad arriba de Lens, Defoe y Borini fue un continuo mal de cabeza para la defensa de Pochettino pero el acierto de cara al gol fue clave en este encuentro y los locales no veían portería a pesar de llegar más que sus rivales. La mejor ocasión de los Spurs vino en el minuto 66 cuando un centro desde la izquierda encontró en el área a Kane totalmente solo, pero el delantero inglés con todo a su favor no llegó ni a contactar con el balón.
En los diez minutos finales el cansancio hizo que el Sunderland se fuera abajo, Jordi Gómez fue sustituido y el equipo lo notó. En el minuto 81 vino la mejor jugada del encuentro, una triangulación entre Kane y Lamela acababa con un magnifico pase al interior del área donde llegaba en carrera Mason para tocar el balón con la punta del pie ante la salida a la desesperada de Pantilimon, el ligero toque fue suficiente para anotar el primer tanto de la tarde en favor de los visitantes. Acto seguido el Sunderland tiró de corazón para igualar el marcardor, y tuvo su ocasión, un disparo desde la frontal de Rodwell, tras una gran jugada de Kaboul, se estrellaba en el larguero. La suerte no estaba con los norteños.
Con el Sunderland ya totalmente desorganizado jugando a la desesperada pudo anotar el segundo el Tottenham, en concreto pudo hacerlo Kane, que disparó a bocajarro pero Pantilimon estuvo fenomenal desviando el disparo y frustrand más si cabe al internacional inglés. El partido finalizó con el solitario gol de Mason, el Sunderland no mereció perder pero perdonó las que tuvo mientras que los Spurs fueron superiores en los diez minutos finales y con eso les bastó para llevarse los tres puntos y que Pochettino respire tranquilo después del mal arranque de Premier League.