El conjunto de Mou tiene un calendario no excesivamente complicado, en el que los encuentros consecutivos ante United y Arsenal pueden tornarse claves
El Chelsea comienza esta recta final de la temporada enfrentándose en casa al Stoke City, uno de los mejores visitantes de la competición si no tenemos en cuenta al puñado de equipos que pelean por plazas europeas. Debe ganar el Chelsea ante un equipo, el Stoke, que tiene la permanencia asegurada, y al que los puestos que dan acceso a Europa le quedan demasiado lejos. A continuación los de Mourinho viajan hasta Loftus Road para medirse al Queens Park Rangers, una escuadra necesitada de puntos, y cuya salvación pasa por “rascar” puntos en su feudo. Será complicado para los “blue” imponerse.
Una semana más tarde visita Stamford Bridge el Manchester United. Los de Van Gaal son imprevisibles, como el Guadiana, aparecen y se esfuman, aunque en los últimos tiempos se atisba mejoría en los “red devils”. Se antoja una cita clave. Perder con el Manchester United en casa sería un varapalo serio para los de Londres.
Un varapalo, sobre todo, porque luego habría que pisar el Emirates, y si hablamos de equipos imprevisibles, coincidiremos en que el Arsenal ahí está en el Olimpo. El año pasado firmaron tablas, sin goles. Que un equipo de Wenger repita ese resultado es complicado. Mou firma. Seguro. De estos dos partidos puede salir prácticamente campeón el Chelsea. El restante de partidos que debe disputar parece casi un pasillo de aplausos al título.
Tres días después de jugar en casa “gunner”, el conjunto de Roman Abramovich disputa su partido aplazado contra un Leicester que parece abocado a la última plaza de la competición, un equipo, el de Nigel Pearson, que sólo ha sido capaz de ganar dos partidos como local, aunque no ha recibido excesivos goles. Si los de Leicester quieren aferrarse a la salvación deben arañar en ese partido. Aunque quizás, llegados a ese punto, ya sea demasiado tarde.
La semana siguiente visita Stamford Bridge el Crystal Palace, que parece el rival idóneo para conseguir una plácida victoria. Los de Alan Pardew tendrán poco que jugarse a esas alturas. Debe ganar cómodamente el Chelsea.
Y llega el Liverpool, el último gran compromiso de la temporada para el Chelsea. Desde el año 2011 no consiguen vencer los de Rodgers en Stamford Bridge. Con sólo dos partidos por delante, y viendo el nivel de los perseguidores, quizás la Premier esté acabada para entonces, y tengamos un partidazo menos partidazo. Con todo por decidir, esas carreras de Sterling a espaldas de Terry serían todavía más bonitas.
Finalmente el Chelsea visita al West Bromwich y recibe en la última jornada al Sunderland, dos equipos asequibles para los de Mourinho. El West Bromwich salvado de toda quema. El Sunderland por su parte puede necesitar los puntos para salvarse, además, es un conjunto que ha demostrado un buen nivel durante toda la temporada fuera de casa, siendo el equipo que más empates ha cosechado lejos de su feudo junto con el United. Para entonces, creo, la liga ya estará decidida.
En términos generales; el Chelsea lo tiene bien, siguiendo con la tónica de la temporada los de Mourinho no deberían de tener ningún problema en alzarse con el campeonato. La clave estará en los dos partidos consecutivos contra Man U y Arsenal. De salir de ahí con, al menos, cuatro puntos, todo será más sencillo, fluirá. Otra Premier para el portugués, y para un conjunto que ha venido demostrando ser, con creces, el equipo más fiable de las islas (PSG aparte).